Disgusto por persecusión contra la Iglesia

Manifestamos abiertamente nuestro descontento por la persecusión mediática sin precedentes que está sufriendo la Iglesa Católica en la actualidad, generando duda y desconcierto en la población y en sus mismos fieles.

No negamos que se haya cometido errores muy serios por parte de miembros de la Iglesia y otros dirigentes, pero ya se ha puesto a trabajar la maquinaria de nvestigación del Vaticano para tratar de solucionar los problemas.

Sin embargo los ataques continúan, supuestas víctimas de abuso por parte de sacerdotes y otras personas que por el contrario afirman que se trata todo de un engaño. Malas interpretaciones de los discursos papales y de otras acciones de la Iglesia.

Y es que la Iglesia Católica definitivamente es un estorbo para el mundo pecador, por que es esta quien denuncia, quien defiende los valores y quien busca que las personas caminen hacia Jesús. Que comete errores, sí, como todos los seres humanos.

Ante estos ataques sin piedad por parte de los medios, he decidido convertir este blog en un portador de las BUENAS OBRAS de la Iglesia Católica, aquellas de las que nadie habla, aquellas que los medios ignoran porque no venden. Así publicaré en la medida de mis posibilidades, todas aquellas buenas obras que la Iglesia realiza a lo interno y externo de esta sagrada institución para dar a conocer a los lectores las muchas buenas cosas que la Iglesia hace en el mundo, y contrarrestar esta nociva campaña de desprestigio contra la misma.

Me duele la irresponsabilidad y el poco balance de los medios de comunicación colectiva con respecto al tema de los abusos sexuales, apoyo la labor de la Iglesia y del Vaticano en el mundo con el fin de resolver los casos y poner en manos de la justicia a los culpables. Pero no olvidemos que la misericordia de Jesús es infinita, y si el pecador se ha arrepentido con el corazón será perdonado por el Señor, quien es verdadera justicia.

Oración: Pidamos al Espíritu Santo, que ilumine al Papa Benedicto XVI, a los demás miembros del Vaticano y a todos nosotros como miembros fundamentales de la Iglesia, para destruir al pecado y no caer ante la campaña de desprestigio intolerable. Pidamos para que los sacerdotes y las personas que ayuden en la Iglesia sean verdaderos cristianos, respetuosos de la vida y de la dignidad del ser humano. Amén