Un día para nuestros abuelos


El 26 de julio recordamos a los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. 

Mientras en nuestra sociedad, cada vez más competitiva, se pondera la productividad al punto de pensar en la vejez de modo negativo, a propósito de esta fecha, en muchos países se celebra el “Día de los abuelos” de quienes dice el Papa Francisco: “Qué importantes son en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad.”

Naturalmente, con esta celebración no sólo se les rinde un justo homenaje y se les valora el trabajo que realizaron a lo largo de su vida sino que, además, se les reconoce el papel que realizan en sus familias y en la sociedad en general, pues, en muchos casos, si no fuera por ellos, la disfuncionalidad y la desintegración de los hogares sería incalculable.

En Costa Rica los abuelos son pieza clave en favor de las nuevas generaciones. En muchas familias, por ejemplo, son ellos quienes, mientras sus hijos trabajan, tienen a su cargo el cuidado y protección de sus nietos. Con ellos los niños comparten la mesa, salen a caminar y hasta juegan. Las exigencias laborales han hecho que los abuelos hayan dejado de ser una figura “pintoresca” para convertirse, en algunos casos, en los grandes responsables de sus nietos.

Una fecha en favor de los abuelos supone eventualmente la creación de políticas socialmente inclusivas y solidarias hacia este sector. Ellos, a veces sin remuneración alguna, pese al deterioro de sus capacidades físicas, motrices y mentales, muchos desde la pobreza y carencias de servicios en general, siguen dando la batalla por el bien de sus familias.

Pero, más allá del tema económico, es imponderable el intercambio de valores y costumbres con las nuevas generaciones de costarricenses. Así venciendo los obstáculos generacionales, en ocasiones ajenos a las nuevas tecnologías, sin entender el rap o el hip hop, las diferencias entre metaleros o góticos, la afición por los tatuajes o piercing, o escuchando a menudo que sus ideas están pasadas de moda, los abuelos siguen cultivando valores y principios en las familias, pues, como enseñaba San Juan Pablo II “Ellos son depositarios de la memoria colectiva y, por eso, intérpretes privilegiados del conjunto de ideales y valores comunes que rigen y guían la convivencia social”.

Insto a las autoridades políticas y a las instancias responsables, considerar la creación del “Día nacional de los abuelos” conscientes de que, con esta celebración, no sólo hacemos un justo reconocimiento al sacrificio y constancia de miles de costarricenses, sino que procuraremos construir una sociedad que valore, respete, incluya y promueva a este sector.

A ustedes abuelos y abuelas les agradecemos por ser trabajadores silenciosos, por ser aliados verdaderos de sus nietos, por su “complicidad” y camaradería, por el “chineo” y la sonrisa y por todas las razones que los hacen especiales en nuestras vidas. 

Feliz Semana

Fuente:
Oficina de Comunicación - Curia Metropolitana