Evangelio del Día - Martes 11 de noviembre de 2014


Tiempo litúrgico: Ordinario
Color del día: Blanco

Santoral



Primera Lectura: Tito 2, 1-8. 11-14
"Llevemos una vida religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición del Dios y Salvador nuestro, Jesucristo"

Querido hermano: Habla de lo que es conforme a la sana doctrina. Di a los ancianos que sean sobrios, serios y prudentes; que estén robustos en la fe, en el amor y en la paciencia. A las ancianas, lo mismo: que sean decentes en el porte, que no sean chismosas ni se envicien con el vino, sino maestras en lo bueno, de modo que inspiren buenas ideas a las jóvenes, enseñándoles a amar a los maridos y a sus hijos, a ser moderadas y púdicas, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y sumisas a los maridos, para que no se desacredite la palabra de Dios. 

A los jóvenes, exhórtalos también a ser prudentes, presentándote en todo como un modelo de buena conducta. En la enseñanza sé íntegro y grave, con un hablar sensato e intachable, para que la parte contraria se abochorne, no pudiendo criticarnos en nada.

Porque ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.

Salmo Responsorial: 36
"El Señor es quien salva a los justos."
  • Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón.
  • El Señor vela por los días de los buenos, y su herencia durará siempre. El Señor asegura los pasos del hombre, se complace en sus caminos.
  • Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa; pero los justos poseen la tierra, la habitarán por siempre jamás.

Evangelio: Lucas 17, 7-10
"Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer"

En aquel tiempo dijo el Señor: "Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame la cena, cíñete y sírveme mientras cómo y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."

Reflexión

A cada uno de nosotros Dios lo ha puesto en un lugar particular para que sirva a la construcción del Reino. 

Algunos como profesionistas, otros como empleados, otros más como padres de familia, como hijos. En cada una de nuestras actividades, estamos obligados por nuestro bautismo a construir el Reino que, de acuerdo a san Pablo, es "justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo". 

Pues bien, una vez que hayamos hecho crecer la justicia en nuestros lugares de trabajo o estudio, que hayamos sido un vehículo para fomentar la paz y la concordia en nuestras familias y con los vecinos, y cuando hayamos sembrado la semilla de la alegría en todo nuestro alrededor, lo único que podremos decir será: "No he hecho sino lo que era mi obligación hacer como discípulo de Cristo".

Acción

Señor, instrúyeme con tu gracia para tener una vida intachable; fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, para poder desarmar al adversario y que nadie pueda reprochar nada de mi testimonio de ti en el mundo. Quiero ser fervoroso en hacer el bien y anunciar tu Reino.

Hoy reflexionaré en las cosas que la gente más crítica de mi persona y meditaré realmente: es porque te sigo y ellos no quieren escucharte o si es porque hay cosas en mí que debo arreglar. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelio del Día
Evangelización Activa