Lecturas - Jueves 8 de enero de 2015


Tiempo litúrgico: Navidad
Color: Blanco

Santoral


Primera Lectura: I Juan 4,19-5,4
"Quien ama a Dios, ame también a su hermano"

Queridos hermanos: Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: "Amo a Dios", y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano. Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él. 

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

Salmo Responsorial: 71, 2.14 y 15bc. 17
"Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra."
  • Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
  • Él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos. Que recen por él continuamente y lo bendigan todo el día.
  • Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Evangelio: Lucas 4,14-22a
"Hoy se cumple esta Escritura"

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. 

Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor." 

Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír." Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios."

Reflexión

Qué importante es iniciar nuestro año con la seguridad de que la misión de Jesús ha sido ya realizada, por lo que, como lo hemos escuchado hoy en el evangelio, somos libres de todas nuestras ataduras, de nuestros temores, de nuestras inseguridades; que ahora somos capaces de ver que, el mundo creado por Dios, es bueno y que nos necesita para que en él se instaure el Reino. 

Y que éste, como todos los años vividos en el Señorío de Cristo, son años de verdadera gracia, en los que el amor y la paz nos salen al paso a cada momento. Vivamos, pues, este año como un verdadero año de gracia en el Señorío de Cristo. 

Acción

Señor, te pido que me enseñes a concretar ese amor en dos cosas específicas, la primera, en aprender a descubrirte en las personas: hazme verte en ellas y actuar en consecuencia; y la segunda es que me des una convicción absoluta de amar y cumplir tus mandamientos, pues sé que son vida y verdad, y sobre todo, sé que son la única verdadera demostración de mi amor y confianza en ti.

Hoy repasaré los mandamientos y pasaré tiempo de calidad con las personas que convivo a diario, especialmente con aquellas que normalmente rehúyo. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelio del Día - Evangelización Activa
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica