Lecturas - Lunes 19 de enero de 2015


Tiempo litúrgico: Ordinario
Color: Verde

Santoral


Primera Lectura: Hebreos 5,1-10
"A pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer"

Hermanos: Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. 

Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy", o, como dice otro pasaje de la Escritura: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec." 

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna, proclamado por Dios sumo sacerdote, según el rito de Melquisedec.

Salmo Responsorial: 109
"Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec"
  • Oráculo del Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies."
  • Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos.
  • "Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora."
  • El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec."

Evangelio: Marcos 2,18-22
"El novio está con ellos"

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?" Jesús les contestó: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. 

Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos."

Reflexión

Los fariseos se preguntaban por qué los discípulos de Jesús no se ajustaban al "ritualismo" que daba de alguna manera el signo de autenticidad con respecto al maestro (incluidos los del Bautista). 

La respuesta de Jesús es simple: porque en adelante, el cristianismo, es decir, los seguidores de Cristo, no se distinguirán por sus prácticas religiosas (las cuales son importantes para crecer y desarrollarse, tales como la misa y las prácticas ascéticas), sino por un estilo de vida centrado en el maestro y dirigido por la fuerza del Espíritu Santo (vino nuevo del NT). 

Con esto, no destruye el odre y el vino del AT (que es bueno), sino que va más allá: para ser discípulo de Jesús, no basta ayunar y cumplir con las prácticas religiosas (ritualismo), sino dejarse conducir por el poder y el amor del Espíritu. ¿Qué tipo de odre eres y cuál es el vino que llevas? ¿Vas a misa por encontrarte con Jesús, movido por el Espíritu, o "cumples" simplemente con el rito dominical? Esto define de quién eres seguidor. 

Acción

Señor Jesús, tú me conoces y sabes que hago más caso de lo que me dicen los anuncios publicitarios en la televisión o en la radio, que nada más me alejan de ti, en lugar de hacer caso a lo que me pides en tu Palabra, o a través de mis superiores, porque me amas y no quieres que me pierda. Tú sabes cuánto trabajo me cuesta obedecer a mis papás, a mis jefes, enséñame a ser menos yo y más tú, quiero, como María, ser humilde y dócil a tu voluntad.

Hoy empezaré a ejercitar la obediencia, y en las órdenes que me cuesten más trabajo decir que sí, las llevaré a cabo ofreciéndolas por el sacrificio que hizo Jesús por mí en la cruz. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica