Lecturas - Jueves 26 de febrero de 2015

Tiempo litúrgico: Cuaresma
Color: Morado

Santoral

Primera Lectura: Ester 14,1.3-5.12-14
"No tengo otro auxilio fuera de ti, Señor"

En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel: "Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido. 

Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación, y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos. Pon en mi boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león; haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca con todos sus cómplices. A nosotros, líbranos con tu mano; y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo."

Salmo Responsorial: 137
"Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor."
  • Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario.
  • Daré gracias a tu nombre, por tu misericordia y tu lealtad; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.
  • Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

Evangelio: Mateo 7,7-12
"Quien pide recibe"

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. 

Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! 

En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas."

Reflexión

Lo mínimo que se nos puede exigir es, como nos lo dice hoy Jesús, tratar a los demás como nosotros quisiéramos que ellos nos trataran. 

Es, sin embargo, triste que muchas veces ni siquiera hayamos llegado a este nivel de caridad y respeto para los hermanos, para la gente que nos rodea. Nos encontramos con frecuencia con faltas de respeto, con injusticias, incluso con agresiones que nosotros no seríamos capaces de tolerar en nuestras personas. 

La cuaresma, nos invita a reflexionar en nuestra vida diaria, en el trato y relación que tenemos con los que convivimos, para descubrir nuestras imperfecciones, sobre todo en la caridad, a fin de modificar nuestro comportamiento, y de esta manera poder llegar a ser buenos, misericordiosos y compasivos como nuestro Padre celestial.

Hazte consciente por este día de tu trato con los demás y busca en todo, tratarlos con generosidad, amor, cortesía, como seguramente te gustaría que ellos lo hicieran contigo y, si puedes, dales un poquito más, pues en esto te reconocerán como verdadero cristiano. 

Acción

Señor, te pido que me concedas la grandeza de fe que nos ha enseñado Ester en este pasaje, para que así pueda, con valentía y confianza, dirigirme a ti en todo momento, aun en la soledad y en el peligro, a sabiendas de que por tu amor siempre recibiré de ti consuelo, compañía y fortaleza.

Hoy haré una visita al Santísimo y le dedicaré unos momentos al Señor para adorarlo por su infinita grandeza y bondad. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelio del Día
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica