Lecturas de la Misa y reflexión sobre el Evangelio - Jueves 23 de abril de 2015


Tiempo Litúrgico: Pascua
Color: Blanco

Santoral


Primera Lectura: Hechos 8, 26-40
"Siguió su viaje lleno de alegría"

En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a Felipe: "Ponte en camino hacia el Sur, por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto." Se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: "Acércate y pégate a la carroza." Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó: "¿Entiendes lo que estás leyendo?" Contestó: "¿Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?" Invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. 

El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: "Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de los vivos." El eunuco le preguntó a Felipe: "Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?" Felipe se puso a hablarle y, tomando pie de este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. 

En el viaje llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco: "Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?" Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su viaje lleno de alegría. Felipe fue a parar a Azoto y fue evangelizando los poblados hasta que llegó a Cesarea.

Salmo Responsorial: 65
"Aclamad al Señor, tierra entera."
  • Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies.
  • Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua.
  • Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor.

Evangelio: Juan 6, 44-51
"Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo"

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. 

Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo."

Reflexión
¿Pueden ser todos discípulos de Dios?

¿Pueden ser todos discípulos de Dios? Esta antigua profecía encuentra en Cristo un nuevo significado: todas las personas de cualquier época y cultura, e incluso religión, puede encontrar en Jesús el maestro que necesita. Es impresionante ver que Cristo ha llegado a predicarse en todos los rincones de la tierra y no hay cultura humana que no haya podido aceptar la Verdad del Amor que Jesucristo ha mostrado con toda su vida.

“Todos pueden ser discípulos de Cristo” porque todos están hechos para Dios. Todos llevamos el deseo de Dios, de su Verdad, su Amor,… Recuerdo el testimonio de un Budista, responsable espiritual de miles de monjes en el Tibet, que en un simposio cristiano-budista, cogiendo un crucifijo en su mano, declaró ante la asamblea general: ¿saben ustedes qué es esto? Dirigiendose hacia el crucifijo que tenía en su mano- Respondió diciendo: “esto es el super-amor. Y he encontrado que es la medicina más adecuada para las enfermedades de mi religión”.

Es impresionante ver el Amor de Cristo mostrado en su vida terrena. Eso es lo que explicó Felipe al Etiope, al hacerle la interpretacion de la cruz de Jesús a propósito de la profecía del Siervo de Yahveh de Isaias. Es el amor de Cristo lo primero que ha de anunciarrse, como lo hizo Felipe, antes que cualquier principio moral o interpretación religiosa. Mostrar que ha existido y existe el Amor auténtico es de una urgencia capital.

Escrito por Comentarista 10 el 23 de abril de 2015. Posteado en Comentario a las Lecturas, sitio web Archidiócesis de Madrid.

Acción

Llena, Señor, todos mis espacios de ti, que en cada cosa que haga sea fácil descubrirte; que mi vida sea visiblemente tuya. Y así, Dios mío, dame también el valor para que, cuando a partir de esas acciones diarias me pregunten por ti, yo pueda dar un buen testimonio de tu amor y de tu salvación. Hazme, Señor, un instrumento útil para ti.

Este día revisaré las cosas que hago diariamente y me aseguraré de que en cada una de ellas haya algo que dé testimonio de mi fe. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa - Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica