Lecturas de la Misa y reflexión sobre el Evangelio - Lunes 18 de mayo de 2015

Tiempo Litúrgico: Pascua
Color: Blanco

Santoral

Primera Lectura: Hechos 19,1-8
"¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?"

Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó: "¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?" Contestaron: "Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo." Pablo les volvió a preguntar: "Entonces, ¿qué bautismo habéis recibido?" Respondieron: "El bautismo de Juan." Pablo les dijo: "El bautismo de Juan era signo de conversión, y él decía al pueblo que creyesen en el que iba a venir después, es decir, en Jesús." 

Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses habló en público del reino de Dios, tratando de persuadirlos.

Salmo Responsorial: 67
"Reyes de la tierra, cantad a Dios."
  • Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su presencia los que lo odian; como el humo se disipa, se disipan ellos; como se derrite la cera ante el fuego, así perecen los impíos ante Dios.
  • En cambio, los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. Cantad a Dios, tocad en su honor, su nombre es el Señor.
  • Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece.

Evangelio: Juan 16,29-33
"Tened valor: yo he vencido al mundo"

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les contestó Jesús: "¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo."

Reflexión

Ser un buen cristiano nunca ha sido fácil, pues la vida cristiana muchas veces es contraria a la que nos propone el mundo. Muchos de sus criterios, sobre todo en temas como la justicia y la verdad no tienen mucho qué ver con lo que el Evangelio propone. 

Esto provoca que los cristianos nos veamos tentados a abandonar este estilo de vida. Por ello Jesús nos dice, "Tengan valor, porque yo he vencido al mundo". Y nosotros podemos también vencerlo con la ayuda del Espíritu Santo. Dios mismo es la garantía de que podemos vivir realmente como auténticos cristianos y vencer al mundo, vencer nuestras tentaciones y todos los obstáculos que se presentan en nuestra vida. 

Si las cosas en nuestra vida no han salido como lo esperábamos, si hemos sido perseguidos o rechazados, no nos descorazonemos; mantengamos presentes en nuestro corazón las palabras de Jesús y pidamos al Espíritu que venga en nuestra ayuda, nos consuele y nos fortalezca para que, como Jesús y con él, podamos continuar la construcción del Reino de los Cielos. 

Pbro. Ernesto María Caro

[...]  Jesús nos dice en el evangelio de hoy “yo he vencido al mundo”. Nos lo ha demostrado con su vida, con su resurrección. Si Él lo ha transformado todo en su existencia, en la de los apóstoles, en la de Pablo, en la de María y la de tantos y tantos, como no va a poder transformar tu vida. 

Es lo que les pasó a estos discípulos en Éfeso, cuando San Pablo les anuncia a Cristo resucitado, vivo y presente gracias al Espíritu Santo. Ellos dieron el siguiente paso y recibieron el Espíritu Santo mediante el bautismo cristiano que les cambió la vida. 

Ahora nadie les podía parar, ya no hay miedo, sus límites y debilidades ya no son un impedimento para nada, gracias al don de la fe en Cristo con la fuerza del Espíritu pueden vencer al mundo, acabar con sus obstáculos y barreras, hasta las de la comunicación entre las personas. Es el pequeño pentecostés que tiene que acontecer en todos nosotros.  [...]

Escrito por Comentarista 3 el 18 de mayo de 2015. Posteado en Comentario a las lecturas, Sitio web Arquidiócesis de Madrid.

Acción

Espíritu de Dios, llena mi vida de tus dones para construir el Reino de los Cielos en este mundo que muere sin tu presencia, tu fuerza y tu amor; te entrego del todo mi persona para que te sea instrumento y así sea derramada tu gracia como aquel maravilloso día de Pentecostés.

Cuando esté haciendo oración, personal o en comunidad, le pediré al Señor que vaya disponiendo mi corazón a recibir los dones que él quiera manifestar a través de mí y ponerlos al servicio de la Iglesia. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa - Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica