Lecturas de la Misa y reflexión sobre el Evangelio - Jueves 9 de julio de 2015


Tiempo Litúrgico: Ordinario
Color: verde

Santoral


Primera Lectura: Génesis 44, 18-21. 23b-29; 45, 1-5
"Para salvación me envió Dios a Egipto"

En aquellos días, Judá se acercó a José y le dijo: "Permite a tu siervo hablar en presencia de su señor; no se enfade mi señor conmigo, pues eres como el Faraón. Mi señor interrogó a sus siervos: "¿Tenéis padre o algún hermano?", y respondimos a mi señor: "Tenemos un padre anciano y un hijo pequeño que le ha nacido en la vejez; un hermano suyo murió, y sólo le queda éste de aquella mujer; su padre lo adora." Tú dijiste: "Traédmelo para que lo conozca. Si no baja vuestro hermano menor con vosotros, no volveréis a verme." 

Cuando subimos a casa de tu siervo, nuestro padre, le contamos todas las palabras de mi señor; y nuestro padre nos dijo: "Volved a comprar unos pocos víveres." Le dijimos: "No podemos bajar si no viene nuestro hermano menor con nosotros"; él replico: "Sabéis que mi mujer me dio dos hijos: uno se apartó de mí y pienso que lo ha despedazado una fiera, pues no he vuelto a verlo; si arrancáis también a éste de mi presencia y le sucede una desgracia, daréis con mis canas, de pena, en el sepulcro."

"José no pudo contenerse en presencia de su corte y ordenó: "Salid todos de mi presencia." Y no había nadie cuando se dio a conocer a sus hermanos. Rompió a llorar fuerte, de modo que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón. José dijo a sus hermanos: "Yo soy José; ¿vive todavía mi padre?" Sus hermanos se quedaron sin respuesta del espanto. José dijo a sus hermanos: "Acercaos a mí." Se acercaron, y les repitió: "Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios. Pero ahora no os preocupéis, ni os pese el haberme vendido aquí; para salvación me envió Dios delante de vosotros."

Salmo Responsorial: 104, 16-17, 18-19, 20-21
"Recordad las maravillas que hizo el Señor."
  • Llamó al hambre sobre aquella tierra: cortando el sustento del pan; por delante había enviado a un hombre, a José, vendido como esclavo.
  • Le trabaron los pies con grillos, le metieron el cuello en la argolla, hasta que se cumplió su predicción, y la palabra del Señor lo acreditó.
  • El rey lo mandó desatar, el Señor de pueblos le abrió la prisión, lo nombró administrador de su casa, señor de todas sus posesiones.

Evangelio: Mateo 10, 7-15
"Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis"

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: "Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. 

Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo."

Reflexión
¿No ha hecho Dios maravillas en tu vida?

[ ... ]     Podríamos preguntarnos: ¿qué maravillas ha hecho Dios en mi historia? Recordad las maravillas que hizo el Señor, es el mandato del Salmo responsorial.

Hagamos juntos este ejercicio. Muchos han recibido el mandato de Cristo de hacer en su nombre sus maravillas y nosotros hemos sido testigos de ello. Es más, nosotros muchas veces hemos sido instrumentos de su amor y gracia por los demás. 
  • ¿Quién habiendo conocido a Jesucristo no se ha sentido curado de muchas enfermedades y vacunado de otras? 
  • ¿Quién no ha recobrado una nueva vida habiendo llevado una vida sin amor o sobreviviendo a la vida o andando pero sin saber donde? 
  • ¿Quién no ha experimentado una gran pureza íntima cuando Dios te ha perdonado en la confesión? 
  • ¿Quién no ha visto como Cristo le desataba del yugo de algún vicio o demonio que le tenía preso sin remedio? 
Por eso, decirlo a todos – nos pide Cristo – lo que “gratis habéis recibido comunicarlo gratis”. Esta es la gran oferta de Cristo, porque a Dios nadie le gana en generosidad.

Escrito por Comentarista 10 el 9 de julio de 2015. Posteado en Comentario a las lecturas, sitio web Archidiócesis de Madrid.

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De nuevo Jesús, ahora en otro contexto, advierte del peligro de rechazar el anuncio del Reino. Éste es, quizás, uno de los grandes problemas por los que atraviesa nuestra sociedad: el rechazo del anuncio evangélico. 

Ciertamente este rechazo no es expreso, sin embargo, esta pereza de ir a misa, de asistir a retiros, de no involucrarse en la parroquia, de no estar abierto a la instrucción de la Iglesia (obispos, sacerdotes, del mismo Papa), expresa con bastante claridad el rechazo que el mundo, y nuestra sociedad, hacen del anuncio del Reino. Por otro lado, si bien es cierto que no hay una negativa concreta de hospedar a un ministro de la palabra, (sea sacerdote o laico), en muchos de los cristianos se nota una falta de interés por cooperar abiertamente en la proclamación del Evangelio. 

Debemos estar atentos, pues la advertencia de Jesús es clara: "Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad". Busquemos siempre la manera de aceptar la invitación de Jesús a una conversión más profunda y de cooperar para que toda nuestra comunidad, pueda conocer y vivir al mensaje del Reino.

Oración

Señor, te pido perdón por las ocasiones en que he pensado que me has abandonado, y por haberte reclamado, e incluso haberte culpado, por los momentos difíciles que he vivido. Este pasaje me ha traido luz a mi vida y ahora reconozco que todo lo has hecho tú para mi salvación, porque me amas.

Acción

Hoy meditaré el pasaje de san Juan 9, 1-3 y repetiré constantemente, sobre todo en los momentos difíciles: "es para que se manifieste la obra de Dios".

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2015 - Conferencia Episcopal de Costa Rica