Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Viernes 20 de enero de 2017.


Tiempo Litúrgico: Ordinario
   Color del día: Rojo   

Santo del día:



Primera Lectura: Carta a los hebreos (8, 6-13)
Cristo es el mediador de una alianza mejor que la antigua.

Hermanos: Jesucristo, nuestro sumo sacerdote, ha obtenido un ministerio tanto más excelente, cuanto que él es el mediador de una mejor alianza, fundada en mejores promesas. Si aquella primera alianza hubiera sido perfecta, no habría habido lugar para una segunda. 

Pero de hecho, Dios la encuentra imperfecta, cuando reprendiendo a los israelitas, les dice: Se acerca el tiempo en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá una alianza nueva, dice el Señor. No será como la alianza que hice con los padres de ustedes cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, porque ellos rompieron mi alianza y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos. 

Esta es la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel: Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: “Conoce al Señor”, porque todos me van a conocer, desde el más pequeño hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide para siempre sus pecados.

Conforme a esto, al hablar de una alianza nueva, Dios declara anticuada la primera, y lo que es anticuado y envejecido está próximo a la desaparición.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Toda alianza requiere de un código o compromiso al cual quedan obligados los que participan. En el Antiguo Testamento los términos de la alianza eran: "Tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios", y con esto se comprometía el pueblo a obedecer la ley dada por Dios, y Dios a protegerlos y llevarlos hasta la tierra prometida.

La nueva alianza, sellada con la sangre de Cristo, como nos lo dice nuestro texto, es todavía más perfecta y superior, pues hemos pasado a ser no sólo pueblo, sino familia de Dios. Pero más aún, porque el código que rige esta alianza no está escrito en un contrato, sino inscrito en nuestros corazones, pues es la ley del amor, producida por la inhabitación del Espíritu Santo en nosotros.

Dios continúa siendo fiel a la alianza, tengamos el coraje de responder con toda nuestra vida y vivir de acuerdo al Evangelio dejando que el amor de Dios nos guíe y alimente.

Salmo responsorial (84, 8 y 10. 11-12. 13-14)
R/  Muéstranos, Señor, tu misericordia. 
  • Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra. R. 
  • La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R. 
  • Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas. R.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (3, 13-19)
Jesús llamó a los que él quiso, para que se quedaran con él.

En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que él quiso, y ellos lo siguieron. Constituyó a doce para que se quedaran con él, para mandarlos a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios.

Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el nombre de Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes dio el nombre de Boanergues, es decir “hijos del trueno”; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y a Judas Iscariote, que después lo traicionó.

Reflexión sobre el Evangelio

Estos son los nombres de las columnas de la Iglesia. Ellos aprendieron del Maestro y una vez que descendió el Espíritu Santo se dedicaron a predicar y a expulsar a los demonios (forma genérica en que san Marcos presenta la misión de Cristo), es decir, a continuar la labor que el Maestro había iniciado. 

Nunca ha sido ni será, tarea fácil hacer realidad el reino de los cielos, pues hay todavía muchos a quienes es necesario predicar, y hay todavía muchos demonios que expulsar: es mucho el trabajo por hacer. Por ello, la iglesia sigue necesitando hombres y mujeres que estén dispuestos a dejarlo todo para consagrar su vida a estar con el Maestro, para luego continuar su misión entre los hombres. 

Si aún no has decidido el futuro de tu vida, ¿has pensado que tú pudieras ser uno de estos llamados? Al menos, tenlo como una posibilidad.

Oración

Señor, gracias por grabar tu ley y deseos en mi corazón, eso es lo que en muchas ocasiones me ha mostrado cuál es el camino correcto, he tenido dudas por aquellas cosas que ignoro pero siempre puedo sentir el fuego de tu Palabra grabada en mi corazón que me dice lo que está bien y lo que no. Enséñame, amado Señor, a oír con más claridad esa ley y a obedecerla ya que tú y yo sabemos que aunque siempre me ha advertido, no siempre le he hecho caso.

Acción

Hoy memorizaré un texto bíblico y me haré consciente de que más que aprender, en realidad, es como si recordara algo que ya sabía debido a la Palabra que Dios grabó en mi interior.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa
Verificado en:
Ordo Temporis Ciclo A - 2017, Conferencia Episcopal de Costa Rica