Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Martes 22 de mayo de 2018


Tiempo Litúrgico: Ordinario 
   Color del día: Verde   

Santoral:



Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
Santiago (4, 1-10)
Si ustedes piden y no reciben,
es porque piden mal.

Hermanos míos: ¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la
guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres.

Gente infiel, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien decide ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. No piensen que la Escritura dice en vano: Dios ama celosamente a nuestro espíritu y nos da su gracia con generosidad. Por eso dice también la Escritura: Dios aborrece a los soberbios y concede su gracia a los humildes.

Por consiguiente, sométanse a Dios; resistan al diablo y se alejará de ustedes. Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Que los pecadores se purifiquen las manos y se decidan por Dios los indecisos. Comiencen ya a lamentar y a llorar su miseria. Que su risa se convierta en llanto y su alegría en tristeza. Humíllense ante el Señor y él los enaltecerá.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Este texto que nos presenta la liturgia de hoy, toca un tema de mucha actualidad: la amistad con el mundo. 

En su primera carta San Juan trata con mucha profundidad este punto, pues es vital para la vida cristiana. En concordancia con lo que dice Santiago, el apóstol San Pablo, en su primera carta a Timoteo nos dice que el origen de todos los males es el amor al dinero, pues ésta es la causa de las envidias y de todo tipo de rivalidades. Es increíble el poder que tiene este instrumento del demonio para destruir nuestra vida y la de los demás. Parecería increíble que familias que han llevado una vida de unidad al momento de la muerte del padre o la madre, la lucha por la herencia termina destruyendo completamente la relación entre todos los hermanos. El cristiano está llamado a dar, a compartir con los demás. Esto es lo que nace del Espíritu Santo. 

Sin embargo, nuestra naturaleza egoísta busca lo contrario y termina por destruirnos. Es una fuerte tentación el afán de poseer, de enriquecerse y de no compartir lo que se tiene. Por eso, el apóstol, hoy termina invitando a resistir esta tentación y a dejar que sea el espíritu de generosidad el que guíe toda nuestra vida. Si pensamos que todo viene de Dios, para qué estar preocupados de qué comeremos o con qué nos vestiremos. Busquemos mejor el Reino y lo demás nos vendrá por añadidura.

Salmo responsorial:
(Sal 54, 7-8. 9-10a. 10b-11a. 23)
R/  Descarga en el Señor lo que te agobia. 
  • En la angustia me dije: “Si tuviera, como la paloma, alas, yo me iría volando por el desierto, para poder vivir libre de intrigas. R. 
  • A salvo me pondría del viento huracanado, de las voces que dan mis enemigos y de sus opresiones”. R. 
  • Sólo veo en la ciudad violencias y discordias, que de día y de noche por sus murallas rondan.  R. 
  • Descarga en el Señor lo que te agobia y él te aliviará. La derrota del justo para siempre jamás permitirá. R.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Marcos (9, 30-37)
El Hijo del hombre va a ser entregado.
Si alguno quiere ser el primero,
que sea el servidos de todos.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.

Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.

Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”.

Reflexión sobre el Evangelio

Ya hemos dicho otras veces que el cristianismo es un estilo de vida que en ocasiones es diametralmente opuesto al del mundo, y de nuevo hoy se lo hace ver Jesús a los doce. 

Hoy, en particular, resalta Jesús el valor de los puestos. De ordinario el criterio del mundo es: "el que tiene mejor puesto debe ser servido por los demás". Para Jesús es al contrario: el que está hasta arriba, el primero, es el servidor de todos. Si los políticos, empresarios, jefes, supervisores, los mismos padres de familia y los líderes religiosos entendiéramos esto, las cosas en el mundo no estarían como están. 

Muchos que alcanzan a tener poder y dominio sobre los demás buscan en general sacar provecho de su posición y servirse de aquellos a los cuales deben servir. Es por esto que las estructuras no podrán cambiar mientras el corazón del hombre no cambie, se convierta y tome verdaderamente en serio su compromiso como cristiano.

A nadar se aprende nadando y a servir sirviendo, no desaprovechemos este día que Dios nos regala para descubrir el gozo de servir a los demás, y de usar nuestra posición para beneficio de los que dependen de nosotros.

Oración

Padre bueno, que me enseñas a ser generoso con mis hermanos, a compartir mis bienes cuando es necesario y a dar cuando está en mis manos, ayuda a tus hijos de adopción para que, imitando la generosidad de tu Hijo Jesucristo, seamos capaces de dar la vida por nuestros hermanos, así tú nos encuentres dignos de todo aquello que nos das en Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Acción

El día de hoy compartiré mi pan con el hambriento o mi tiempo con los que me han sido encomendados.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de: 
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa 
Verificado en: 
Ordo Temporis Ciclo B - 2018, Conferencia Episcopal de Costa Rica