Estamos acostumbrados que la Caridad es una práctica propia del tiempo de adviento y Navidad, eso no está mal, todo lo contrario, que Dios llene de bendiciones a la persona caritativa.Pero ya se acerca el tiempo de cuaresma y estamos llamados a reflexionar acerca del sacrificio que hizo Nuestro Señor Jesucristo por nuestra salvación y olvidamos seguir con las obras de Caridad.
Nuestra Santa madre y maestra, la Iglesia Católica nos recuerda continuar con esta acción de amor durante todo el año.
Y es que la Caridad tiene muchas manifestaciones, no solo es la donación de dinero y bienes materiales a las personas más necesitadas, sino también escuchar y acompañar a las personas mayores, dar una palabra de aliento al triste y sobre todo orar por las necesidades de todas las personas.
Pidamos al Espíritu Santo que nos de la sabiduría para ser personas de bien, dispuestas siempre a la Caridad.
