Evangelio del Día - Jueves 16 de octubre de 2014

Tiempo litúrgico: Ordinario
Color del día: Verde

Santoral


Primera Lectura: Efesios 1, 1-10
"Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo"

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios. a los santos y fieles en Cristo Jesús, que residen en Éfeso. Os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. 

Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. 

Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.

Salmo Responsorial: 97
"El Señor da a conocer su victoria."
  • Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.
  • El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
  • Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclamad al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.
  • Tañed la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Señor.

Evangelio: Lucas 11, 47-54
"Se pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la de Abel hasta la de Zacarías"

En aquel tiempo dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, después que vuestros padres los mataron! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis sepulcros. 

Por algo dijo la sabiduría de Dios: "Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos los perseguirán y matarán"; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Si, os lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación. 

¡Ay de vosotros, juristas, que os habéis quedado con la llave del saber; vosotros que no habéis entrado, y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar!" Al salir de allí, los letrados y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, para cogerlo con sus propias palabras."

Reflexión

El mundo está hoy necesitando que los cristianos retomemos nuestro papel como profetas. Hombres y mujeres que sepan hablar con valentía, que tengan el coraje de anunciar el Reino y de denunciar aquello que se opone a éste. No es fácil, pues la suerte del profeta siempre es la misma: el desprecio, el descrédito, incluso la muerte. 

Sin embargo, ¿cómo podemos quedarnos callados cuando vemos que nuestro mundo va caminando a la oscuridad; cuando los valores morales van desapareciendo, cuando el cristianismo se ha hecho una rutina ritual en lugar de una forma de vida? ¿No te parece que ya es tiempo de tomar de nuevo nuestro papel como bautizados, como heraldos de la buena noticia del Evangelio?

Acción

Acepto tu llamado, Señor, a ser santo; no sólo lo acepto sino que es también mi deseo, quiero ser santo. Revísteme de esa santidad que viene de ti, sé que por mí mismo no la podría obtener, pero también sé que tú has derramado tu gracia en mi vida para que te conozca y te ame, por eso me atrevo a desearla y pedírtela. Yo por mi parte me mantendré alabando y bendiciendo tu Nombre en cada momento de mi vida.

Hoy seré muy cuidadoso de estar alabando a Dios todo el día, hasta por las cosas más pequeñas, y veré de darle gloria en cada cosa que me ocurra. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelio del Día
Evangelización Activa