Lecturas - Miércoles 21 de enero de 2015

Tiempo litúrgico: Ordinario
Color: Rojo

Santoral

Primera Lectura: Hebreos 7,1-3.15-17
"Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec"

Hermanos: Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, cuando Abrahán regresaba de derrotar a los reyes, lo abordó y lo bendijo, recibiendo de él el diezmo del botín. Su nombre significa "rey de justicia", y lleva también el titulo de rey de Salén, es decir, "rey de paz". Sin padre, sin madre, sin genealogía; no se menciona el principio de sus días ni el fin de su vida. 

En virtud de esta semejanza con el Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Y esto resulta mucho más evidente si surge otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, que lo sea no en virtud de una legislación carnal, sino en fuerza de una vida imperecedera; pues está atestiguado: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec."

Salmo Responsorial: 109
"Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec."
  • Oráculo del Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies."
  • Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos.
  • "Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora."
  • El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec."

Evangelio: Marcos 3,1-6
"¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?"

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio." Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?" 

Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo." Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él."

Reflexión

Si hay algo destructivo en este mundo y en nuestra vida, es la envidia. Y es que la envidia es capaz de cegar totalmente el corazón del hombre, llevándolo a cometer las más nefastas acciones. En el Génesis hemos visto que, por envidia, Caín mató a Abel.

La envidia de los fariseos será en gran parte la causa de la muerte de Jesús. Era tanta la dureza de su corazón, que el mismo Jesús se entristeció. No permitamos que la envidia se adueñe de nuestro corazón. Dios nos ha dado a cada uno, diferentes dones y carismas. Nuestro deber como cristianos es, no sólo respetarlos, sino buscar la manera de que éstos se desarrollen plenamente. 

La envidia destruye, en cambio, la generosidad y la humildad construyen. Si vemos a alguno de nuestros hermanos triunfar, alegrémonos con él y ayudémosle a seguir adelante. 

Acción

Señor, hoy me uno a las palabras de tu siervo Francisco de Asís, a propósito de ser artífice de paz:

Señor, hazme un instrumento de tu paz;
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo la luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Señor, que no me empeñe tanto en ser consolado como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender,
en ser amado, como en amar;
porque dando se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
muriendo se resucita a la vida .
Amén.

Hoy me acercaré de algún modo sencillo y con humildad a aquellas personas con las que por algún motivo no tengo una relación de paz y empezaré a dar pasos para conseguirla. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica