Lecturas de la Misa y reflexión sobre el Evangelio - Martes 7 de abril de 2015

Tiempo Litúrgico: Pascua
Color: Blanco

Santoral:

Martes de la Octava de Pascua

Primera Lectura: Hechos 2,36-41
"Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo"

El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos: "Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías." Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: "¿Qué tenemos que hacer, hermanos?" Pedro les contestó: "Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos." Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: "Escapad de esta generación perversa." Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.

Salmo Responsorial: 32
"La misericordia del Señor llena la tierra."

  • La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
  • Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
  • Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Evangelio: Juan 20,11-18
"He visto al Señor"

En aquel tiempo, fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto."

Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?" Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!"

Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."" María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto."

Reflexión
Leer el manual

Muchas veces decimos que la sociedad se está descristianizando. Viendo a muchas personas enfermas nos damos cuenta que pocos reniegan, en momentos de dolor o a las puertas de la muerte, de su fe. Seguramente antes no han sido modelos de cristianos, pero tampoco son malas personas, simplemente “no se han leído el manual”. Han visto a sus padres ser cristianos, y a sus abuelos y lo han oído de sus bisabuelos. Poco a poco el cristianismo se ha quedado reducido a unas prácticas poco útiles en la vida ordinaria y útil a la hora de la enfermedad o de la muerte. Habrá que leer el libro de instrucciones.

“ Pedro les contestó: -«Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.» Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: – «Escapad de esta generación perversa.»” Bautizados, en España, estamos casi todos. Eso de la conversión lo hemos oído tantas veces que tal vez nos suene como algo hueco o irrealizable. Hay que seguir leyendo las instrucciones.

“ Jesús le dice: – «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro.”» María Magdalena fue y anunció a los discípulos: – «He visto al Señor y ha dicho esto.»” Jesús resucitado está a la derecha del Padre, y nosotros, en la Iglesia, vivimos de las palabras y las obras de Jesús. María Magdalena no tiene que dar una interpretación de lo que ha visto, no va a contar sus experiencias, ella va a contar lo que Jesús le ha dicho, no otra cosa. Eso es lo que hace la Iglesia. No dice quién es Jesús “para mí” sino quien es Jesús hoy, vivo y actuante, por medio del Espíritu Santo.

Entonces ¿qué tenemos que hacer? En primer lugar rezar, hablar con Dios y leer su Palabra (da pena el desconocimiento que tantos católicos tenemos de la Sagrada Escritura), leerla con pasión, con interés, con avidez, no como una tortura. Y también conocer la doctrina de la Iglesia. Conocerla mejor que conocemos las instrucciones del GPS o las funciones del vÍdeo. Saber qué dice la Iglesia, y no conformarnos con los titulares de los periódicos anticlericales. Y entonces amar a la Iglesia, confiar en ella y sentirnos miembros vivos del cuerpo de Cristo, dejar de usar a la Iglesia para ser Iglesia.

Es una tarea para la Pascua. La Virgen sabía la íntima relación entre la vida de Cristo, la vida de la Iglesia y nuestra propia vida, ella nos ayudará a no vivir una fe superficial, de oídas, sino a vivir la verdadera alegría de sentirnos unidos a Cristo resucitado.

ESCRITO POR COMENTARISTA 8 EL 7 ABRIL, 2015. POSTEADO EN COMENTARIO A LAS LECTURAS. Sitio web Archidiócesis de Madrid

Acción

Jesús amado, la gente te seguía porque descubría en ti el amor de Dios; ayúdame para dejar que me transforme tu Espíritu Santo, para que puede llevar a los demás esa experiencia transformadora que nos hace creaturas nuevas.

En oración haré una lista de las cosas por las que tengo que dar gracias a Dios. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa - Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica