Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones - Martes 1 de setiembre de 2015


Tiempo Litúrgico: Ordinario
Color: Verde

Santoral:



Primera Lectura: 1 Tesalonicenses 5, 1-6. 9-11
Murió por nosotros para que vivamos con él

Hermanos: Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad tenemos!", de repente les vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar.

Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas.

Por tanto, no vivamos dormidos como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente. Porque Dios no nos ha destinado al castigo eterno, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Porque él murió por nosotros para que, cuando él vuelva, ya sea que estemos vivos o hayamos muerto, vivamos siempre con él. Por eso, anímense mutuamente y ayúdense unos a otros a seguir progresando, como de hecho ya lo hacen.

Salmo Responsorial: 27, 1.4. 13-14
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida 
  • El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?
  • Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo.
  • Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.

Evangelio: Lucas 4, 31-37
Sé quien eres: el Santo de Dios 

En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba con autoridad.

Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y se puso a gritar muy fuerte: "¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de Dios".

Pero Jesús le ordenó: "Cállate y sal de ese hombre". Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se decían unos a otros: "¿Qué tendrá su palabra? Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos y estos se salen". Y su fama se extendió por todos los lugares de la región.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Es común que circulen, sobre todo por la internet, muchos mensajes alarmantes sobre el fin del mundo, que como vemos en esta lectura, esto no es novedad, pues ya en tiempos de san Pablo ocurría lo mismo. 

En este pasaje que acabamos de leer podemos ver cómo el apóstol san Pablo retoma una de las enseñanzas importantes sobre este tema dada por Jesús al respecto: “Estén siempre preparados, pues no saben ni el día ni la hora... Vendrá como un ladrón en medio de la noche”. El cristiano, mis amados hermanos, siempre está preparado pues vive en gracia y no está pensando en cuándo morirá o cuándo será el final de los tiempos, estas son cosas que sólo nos distraen de nuestras obligaciones diarias, especialmente de la construcción del Reino. 

Los únicos que viven angustiados son los necios, los que les gusta jugar con fuego y van dejando pasar el tiempo sin confesarse, sin ponerse en paz con Dios, sin llevar una vida ordenada conforme al Evangelio. Esos tales, viven en la oscuridad y no en el día, y si llegan a morir en ese estado, para ellos habrá sido el final de los tiempos y tendrán que enfrentar su necedad que puede constarles la eternidad gloriosa. No seamos así nosotros. Busquemos siempre vivir en gracia. 

Esto hace que nuestra vida esté siempre llena de la paz de Dios y además tendremos en nosotros la luz del Espíritu, su amor y su gracia para vivir en plenitud esta vida y estaremos listos para cuando el Señor nos llame a su casa a vivir eternamente con él. Vive, pues, siempre en gracia.

Reflexión sobre el Evangelio

Una de las estrategias más astutas del demonio, y que usa con gran habilidad sobre todo en nuestros días, es hacernos creer que no existe. Hoy se busca explicar muchos de los efectos que el demonio produce en el hombre por medio de la psicología y otras ciencias afines. 

Sin embargo, el demonio es una realidad que atenta contra nuestra vida eterna y contra nuestra felicidad. El juego de la ouija, la lectura de las cartas, consultar adivinos, poner nuestra confianza en el horóscopo, no son juegos; abren la puerta para que Satanás pueda operar con mayor facilidad en la vida del hombre y destruirlo. 

No abramos nuestras puertas a lo que puede destruir nuestra felicidad en esta vida y en la otra. Dirige tu vida a Dios y él te dará la felicidad que estás buscando. Sólo Él tiene la vida. Ora, lee la Sagrada Escritura, busca vivir en gracia y serás feliz.

Oración

Señor, no solo no temo, sino que espero ansiosamente el día en que tú vengas de nuevo y empiece esa vida sin final, junto a ti, en la eterna bienaventuranza. Mientras tanto dame la gracia de vivir bien despierto, sobriamente y animando a aquellos que aún no se dan cuenta de lo maravilloso que es vivir en amistad contigo.

Acción

Hoy repetiré constantemente durante el día: "Ven, Señor Jesús".

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, Evangelio del Día, Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2015 Conferencia Episcopal de Costa Rica