Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Viernes 9 de octubre de 2015


Tiempo Litúrgico: Ordinario
Color: Verde

Santoral:


Primera Lectura: Joel 1, 13-15; 2, 1-2
"El día del Señor, día de oscuridad y tinieblas"

Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor. ¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas. 

Tocad la trompeta en Sion, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se repetirá, por muchas generaciones.

Salmo Responsorial: 9
"El Señor juzgará el orbe con justicia."
  • Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas; me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo.
  • Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío y borraste para siempre su apellido. Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron, su pie quedó prendido en la red que escondieron.
  • Dios está sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar. Él juzgará el orbe con justicia y regirá las naciones con rectitud.

Evangelio: Lucas 11, 15-26
"Si yo echo demonios con el dedo de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado"

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios." Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? 

Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. 

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. 

Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio."

Reflexión sobre la Primera Lectura

El profeta Joel es testigo de la devastación y la desolación e invita al pueblo a regresar al Señor; a retomar las prácticas penitenciales, que en otro tiempo se consideraron vacías y sin sentido. 

Todas las calamidades que vive el pueblo de Dios son una invitación constante a llevar una vida religiosa, una vida apegada a la Palabra y con un fuerte aspecto penitencial y disciplinario para no caer en el pecado y apartarse de Dios. Estas prácticas, que incluso hoy en día se tiene muy devaluadas dentro de la praxis de nuestra Iglesia, continúan siendo, como en el tiempo de Joel, las herramientas espirituales que evitan que la desolación y la muerte caigan sobre nosotros. 

Sin embargo, poco o nulo caso hacemos de ello. El mismo Jesús, la noche que fue traicionado, les decía a sus Discípulos: “Velen y oren para que no caigan en la tentación". Es triste ver cómo, tanto la práctica de la oración como la de la penitencia se han ido extinguiendo en la Iglesia. Es raro que la gente de hoy haga penitencia, hasta en los días marcados por la Iglesia no falta quien busca escaparse de ella. Y luego nos preguntamos ¿por qué hay tanta violencia, por qué matan y secuestran a nuestros familiares y amigos, por qué hay tantos problemas sociales en el pueblo de Dios? 

La respuesta es simple: hemos abandonado al Señor. Por eso las palabras de Joel deben resonar con toda su fuerza hoy en nuestros corazones: “Hagan penitencia y lloren, giman, vengan, acuéstense en el suelo vestidos de sayal”.

Reflexión sobre el Evangelio

Este discurso de Jesús se genera a propósito de la expulsión de un demonio. Con este pasaje nos deja en claro la existencia de los “ángeles malos” o demonios. Esto lo digo porque hoy es común encontrar personas que niegan su existencia y atribuyen la acción demoniaca a factores únicamente “psicológicos” o “paranormales”. Esta es una de las tácticas favoritas del enemigo del Reino, pasar inadvertido, de incógnito, para tomar a sus víctimas por sorpresa. Es real. 

Si bien es cierto que difícilmente puede tomar posesión de una persona, para lo cual necesita un permiso especial de Dios, se ensaña destruyendo o dañando la vida de quien le da cabida, sea con base en la tentación (medio ordinario de su acción), sea mediante la perturbación (la cual requiere una permisión de parte nuestra). 

Los juegos como la ouija, la lectura de las cartas y el café, la consulta de adivinos, abren la puerta para que Satanás pueda tener acceso a nuestra vida, no sólo mediante la tentación, sino a ciertas áreas de nuestra vida (pues debilita la fe y la gracia, que son nuestras barreras contra su obrar). Quien ha tenido trato con estas cosas debe confesarse y pedir al sacerdote que ore por él mientras se hace una profesión de fe y se renuevan las promesas bautismales. Si sabes de alguien que ha estado en contacto con esto, es tu deber como cristiano de advertirle y ayudarlo para que pueda recobrar la gracia y cerrar su puerta a la acción del demonio. De esta manera estarás, como Cristo, construyendo el Reino.

Oración

Señor, vivimos ya en los tiempos en los que se nos ha quitado al Novio, te han dejado fuera del gobierno, las empresas, las escuelas y los hogares; queremos, con la fuerza de tu Espíritu, hacer de ordinario una vida de penitencia.

Acción

Ayunaré un día a la semana

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa
Verificado en:
Ordo Temporis 2015 Conferencia Episcopal de Costa Rica