Tiempo Litúrgico: Ordinario
Color del día: Verde
Santos del día:
Primera Lectura: Carta del apóstol san Pablo a los efesios (4, 1-6)
Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz.
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.
Reflexión sobre la Primera Lectura
Ciertamente, como bien dice el refrán mexicano: "No somos monedita de oro para caerle bien a todos".
No importa que seamos buenos cristianos, muchas veces nuestro carácter, nuestra manera de ser o la manera de ser de los demás hermanos no congenia con la nuestra o la nuestra con la de ellos. Aún en la misma familia nos encontramos que cada uno somos diferentes y que no siempre coincidimos en nuestros criterios y en la manera de reaccionar ante determinados elementos. Por ello, san Pablo nos invita, primero a ser comprensivos, es decir, a ponernos en los zapatos de los demás, a entender que el hermano (esposo, esposa, papá, etc.) ha tenido un mal día, que las cosas no han salido como se esperaban, simplemente que está cansado; que las historias que están detrás de nosotros nos han marcado y que por lo tanto sus reacciones no son las que yo esperaría.
Por otro lado nos invita a soportarnos, no como quien tiene que llevar una carga en la espalda, sino como quien ama. Ante la imposibilidad del cambio, dejemos todo en las manos del Señor y pongamos buena cara ante actitudes y defectos que muchas veces nos lastiman. Somos una sola familia, todos diferentes, pero todos llamados a la misma realidad: El amor.
Salmo responsorial (23, 1-2. 3-4ab. 5-6)
R/ Haz, Señor, que te busquemos.
- Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos. R.
- ¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. R.
- Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. R.
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (12, 54-59)
Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra,
¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?
Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo”.
Reflexión sobre el Evangelio
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?
Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo".
Oración
Señor, dame tu capacidad de aceptar y amar a los que me rodean, por muy diferentes que sean de mí, enséñame de tu paciencia, cortesía y amor, con el que siempre nos tratas. Dame de tu misericordia para tenerla con aquellas personas con quienes en verdad me cuesta relacionarme.
Acción
Hoy, minimizaré los defectos de carácter y cuestiones que me molestan de personas a mi alrededor y me fijaré más bien en las cosas buenas que encuentre.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa
Verificado en:
Ordo Temporis 2016, Conferencia Episcopal de Costa Rica