Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Miércoles 18 de setiembre de 2019.


Tiempo Litúrgico: Ordinario, Semana XXIV 
   Color del día: Verde   

Memoria libre:

Primera Lectura
Lectura de la primera carta
del apóstol san Pablo a Timoteo (3, 14-16)
Realmente es grande el
misterio del amor de Dios.

Querido hermano: Te escribo estas cosas con la esperanza de ir a verte pronto. Pero si tardo en llegar, quiero que sepas desde ahora cómo debes de actuar en la casa del Dios vivo, que es la Iglesia, columna y fundamento de la verdad.

Realmente es grande el misterio del amor de Dios, que se nos ha manifestado en Cristo, hecho hombre, santificado por el Espíritu, contemplado por los ángeles, anunciado a todas las naciones, aceptado en el mundo mediante la fe y elevado a la gloria.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Se discute mucho actualmente la importancia y validez de la Iglesia no sólo como cuerpo de Cristo, sino como estructura humana. Ya desde la antigüedad muchos han fracasado en su vida espiritual y han llevado a muchos hermanos al error por separarse de la Iglesia. San Pablo sabe bien que la Iglesia no es algo etéreo, de carácter únicamente espiritual, sino que es ésta precisamente "la columna y fuente de la verdad".

San Agustín, que vivió en el período en que todavía circulaban muchos textos relacionados con la Sagrada Escritura, pero que no eran los textos aprobados como "Palabra de Dios", declaró solemnemente: "Yo creo en la Sagrada Escritura porque es la Iglesia la que me asegura que es Palabra de Dios".

Dios ha querido confiar el depósito de la fe y de la revelación a la Iglesia, para que todo el que se acerque a ella beba siempre de la fuente de agua pura, no adulterada. No nos dejemos llevar por el camino fácil de la duda y de los que nos proponen una vida más cómoda al margen de la Escritura y de la sana interpretación dada por el magisterio de la Iglesia.

Salmo responsorial
(Sal 110, 1-2. 3-4. 5-6)
R/ Alabemos a Dios de todo corazón. 
  • Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R. 
  • De majestad y gloria hablan sus obras y su justicia dura para siempre. Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. R. 
  • Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo teme. Al darle por herencia a las naciones, hizo ver a su pueblo sus poderes. R.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (7, 31-35)
Tocamos la flauta y ustedes no bailaron,
cantamos canciones tristes y no lloraron.

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros: ‘Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado’.

Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: ‘Ese está endemoniado’. Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores’. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen”.

Reflexión sobre el Evangelio

En esta parábola de Jesús, los fariseos ilustran a aquellos que todavía hoy en día rechazan todas las vías de salvación que Dios va suscitando.

Representan a aquellos que, si los de la Renovación levantan los brazos para alabar a Dios: "Son unos alucinados"; si los de la Teología de la Liberación buscan insertarse en las comunidades más pobres para desde ahí evangelizar de una manera creíble, son unos "comunistas"; los que van todos los días a misa, "son unos persignados".

En fin, ¿No sería bueno, en lugar de criticar, conocer mejor estas vías de salvación que Dios nos va proponiendo y dejarse seducir por Dios que nos llama a través de mil maneras dentro de la Iglesia a vivir la realidad del Reino?

Oración

Señor, te pido que bendigas profundamente a los que la formamos la Iglesia y, especialmente, a quienes llamaste a dirigirla; derrama tu Espíritu de sabiduría para que siga siendo siempre fuente de amor y consuelo para todos y columna firme para los que dudan.

Acción

Hoy oraré por el o los sacerdotes de mi comunidad.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa
Verificado en:
Ordo Temporis Ciclo C - 2019, Conferencia Episcopal de Costa Rica