Vaticano para el Ramadán: cristianos y musulmanes testigos de la esperanza

Musulmanes en oración durante el Ramadán en Peshawar  (ANSA)

16 de abril de 2021
Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano  |  Vatican News
Mercedes de la Torre  |  ACI Prensa

Este es el segundo Ramadán en una época de pandemia. Es el mes sagrado de ayuno y oración para los musulmanes en que conmemoran la revelación del Corán a Mahoma.

Durante el mes de su duración, cuyo inicio y final viene marcado por el noveno mes del calendario lunar, los musulmanes deben purificarse mediante el ayuno, uno de los cinco pilares del islam.de todo el mundo, se inauguró el pasado 13 de abril y continuará hasta el próximo 12 de mayo.

En el mensaje titulado Cristianos y musulmanes: testigos de esperanza, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso envió “buenos deseos fraternales para un mes rico en bendiciones divinas y en crecimiento espiritual” y resaltó que “el ayuno, la oración, la limosna y otras prácticas piadosas nos acercan a Dios nuestro Creador y a todos aquellos con los que vivimos y trabajamos, ayudándonos a seguir el camino por la senda de la fraternidad”.

El texto recuerda que, "durante estos largos meses de sufrimiento, angustia y dolor, especialmente en los periodos de encierro", se ha percibido "la necesidad de la asistencia divina, y de expresiones y gestos de solidaridad fraterna". Gestos como "una llamada telefónica, un mensaje de apoyo y consuelo, una oración, ayuda para comprar medicamentos o alimentos, consejos".

Pero lo que más necesitamos -subraya el mensaje- es la esperanza. "La esperanza surge de nuestra convicción de que los problemas y las pruebas tienen un significado, un valor y un propósito, por muy difícil o imposible que nos resulte entender la razón o encontrar una salida."

"Nosotros, cristianos y musulmanes, estamos llamados a ser portadores de esperanza para la vida presente y futura, y testigos, constructores y reparadores de esta esperanza especialmente para aquellos que experimentan dificultades y desesperación”.

Caminando con esperanza

En el documento -firmado por el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, y por el secretario del mismo Dicasterio, monseñor Indunil Kodithuwakku Janakaratne Kankanamalage- se subraya también que existen factores adversos a la esperanza.

Entre ellos, la falta de fe en el amor y el cuidado de Dios, la pérdida de confianza en nuestros hermanos, el pesimismo, la desesperación y su opuesto infundado, la presunción.

El mensaje recuerda, en particular, la reciente Encíclica del Papa Francisco "Fratelli tutti". En este documento, el Pontífice escribe: "Invito a la esperanza, que nos habla de "una realidad que hunde sus raíces en lo más profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y de los condicionamientos históricos en los que vive".

"Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de una vida plena, de un medirse con lo que es grande, con lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia las cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor".

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