Lecturas de la Misa del día y su reflexión. Sábado, 8 de octubre de 2022.


Tiempo Litúrgico: Ordinario - Semana XXVII.
   Color del día: Verde.  

Memoria libre: Santas Tais y Pelagia.

Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los gálatas (3, 21-29)
Todos ustedes son hijos de Dios por la fe.

Hermanos: Si la ley dada por medio de Moisés fuera capaz de dar la vida, su cumplimiento bastaría para hacer justos a los hombres. Pero, en realidad, la ley escrita aprisionó a todos bajo el pecado para que, por medio de la fe en Jesucristo, los creyentes pudieran recibir los bienes prometidos.

Antes de que llegara la etapa de la fe, estábamos presos y bajo la custodia de la ley, en espera de la fe que estaba a punto de manifestarse. De modo que la ley se hizo cargo de nosotros, como si fuéramos niños, para conducirnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero una vez que la fe ha llegado, ya no estamos sujetos a la ley.

Así pues, todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues, cuantos han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo. Ya no existe diferencia entre judíos y no judíos, entre esclavos y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes son de Cristo, son también descendientes de Abraham y la herencia que Dios le prometió les corresponde a ustedes.

Salmo responsorial
(Sal 104, 2-3. 4-5. 6-7)
R/ El Señor nunca olvida sus promesas.
  • Entonen en su honor himnos y cantos; celebren sus portentos. Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el que lo busca. R.
  • Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan. Recuerden los prodigios que él ha hecho, sus portentos y oráculos. R.
  • Descendientes de Abraham, su servidor; estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen: el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (11, 27-28)
Dichosa la mujer que te llevó en su seno.
- Dichosos todavía más los que escuchan
la palabra de Dios.

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.

Reflexión sobre el Evangelio

Dichosos los que acogen la Palabra de Dios, su Verbo

San Pedro Damián (1007-1072) benedictino, obispo de Ostia, doctor de la Iglesia, Sermón 45, PL 144, 747
     
Es propio de la Virgen María haber concebido a Cristo en su seno, pero es herencia de todos los escogidos llevarle con amor en su corazón. Dichosa sí, muy dichosa es la mujer que ha llevado a Jesús en su seno durante nueve meses (Lc 11,27). Dichosos también nosotros cuando estamos vigilantes para poder llevarlo siempre en nuestro corazón.

Ciertamente, la concepción de Cristo en el seno de María fue una gran maravilla, pero no es una maravilla menor ver como se hace huésped de nuestro corazón. Éste es el sentido del testimonio de Juan: «Mira, estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20) ...

Consideremos, hermanos, cuál es nuestra dignidad y nuestra semejanza con María. La Virgen concibió a Cristo en sus entrañas de carne, y nosotros lo llevaremos en las de nuestro corazón. María ha alimentado a Cristo dando a sus labios la leche de su seno, y nosotros podemos ofrecerle la comida variada de las buenas acciones, en las que él se deleita.

Adaptado de:
Evangelio del día, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa.
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2021-2022, Conferencia Episcopal de Costa Rica.