Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones. Jueves, 6 de abril de 2023.

Crédito: Diócesis de Escuintla, Guatemala.

Tiempo Litúrgico: Cuaresma - Semana Santa.
   Color del día: Morado.   (hasta la Hora Nona)



Primera Lectura
Del libro del profeta
Isaías (61, 1-3. 6. 8-9)
El Señor me ha ungido y me ha enviado
para anunciar la buena nueva a los pobres
y a darles un aceite perfumado de alegría.

El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, y la libertad a los prisioneros; a pregonar el año de gracia del Señor, el día de la venganza de nuestro Dios.

El Señor me ha enviado a consolar a los afligidos, los afligidos de Sión, a cambiar su ceniza en diadema, sus lágrimas en aceite perfumado de alegría y su abatimiento, en cánticos. Ustedes serán llamados “sacerdotes del Señor”; “ministros de nuestro Dios” se les llamará.

Esto dice el Señor: “Yo les daré su recompensa fielmente y haré con ellos un pacto perpetuo. Su estirpe será célebre entre las naciones, y sus vástagos, entre los pueblos. Cuantos los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor”.

Reflexión sobre la Primera Lectura

En medio de las adversidades que enfrentan, los israelitas se descubren llamados a testimoniar la grandeza de Dios, pero entienden que sólo podrán hacerlo dejándose sostener y guiar por su Espíritu.

Para dar ese salto de confianza en el Señor, mucho contribuye hacer memoria de las maravillas realizadas por Él, que ha mostrado su poderío aun cuando todo parecía perdido.

Por eso, en este texto se nos plantea un itinerario válido para todos los bautizados, que debemos ser evangelizadores desde nuestra pobreza. 

¿Mi vida, principalmente en las dificultades está sostenida en Dios? ¿Anuncio con mi vida la grandeza de Dios? Señor, que siempre seas el centro de mi vida.

Salmo responsorial
(Sal 88, 21-22. 25 y 27)
R/ Proclamaré sin cesar
la misericordia del Señor.
  • “He encontrado a David, mi servidor, y con mi aceite santo lo he ungido. Lo sostendrá mi mano y le dará mi brazo fortaleza. R.
  • Contará con mi amor y mi lealtad y su poder aumentará en mi nombre. El me podrá decir: ‘Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva’”. R.

Segunda Lectura
Del libro del Apocalipsis
del apóstol san Juan (1, 5-8)
Ha hecho de nosotros un reino
de sacerdotes para Dios.

Hermanos míos: Gracia y paz a ustedes, de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el soberano de los reyes de la tierra; aquel que nos amó y nos purificó de nuestros pecados con su sangre y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Miren: él viene entre las nubes, y todos lo verán, aun aquellos que lo traspasaron. Todos los pueblos de la tierra harán duelo por su causa.

“Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que ha de venir; el Todopoderoso”.

Reflexión sobre la Segunda Lectura

El Apocalipsis busca animar a los cristianos perseguidos recordándolesque no están abandonados a sus fuerzas, sino que cuentan con el auxilio del Señor, que venció el mal y hace partícipes a los creyentes de su triunfo.

Para ello, se recurre a imágenes en las que se presenta a Jesucristo como un soberano absoluto que purifica a los suyos para hacerlos participar de su sacerdocio, es decir, de ese reinado de salvación que vino a establecer en beneficio de todos los pueblos de la tierra.

¿Confío en mis propias fuerzas o tengo la confianza puesta en el Señor? ¿Busco no caer en la tentación de la autosuficiencia y así vencerel mal? Que la fuerza de tu Espíritu renueve mi vida.

Evangelio
† Del santo Evangelio
según san Lucas (4, 16-21)
El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido.
 
En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que ustedes acaban de oír”.

Reflexión sobre el Evangelio

Jesucristo es la respuesta a todas las promesas salvíficas del Antiguo Testamento, más aún, su ovra desborda todas las espectativas que los israelitas fueron haciéndose bajo la iluminadora palabra de los profetas.

Es por lo que esta revelación de sí mismo tiene lugar en Nazaret donde Jesús muestra que Él es el que ha venido para culminar la liberación del éxodo, y leberar a quien enfrente cualquier tipo de opresión.

Su obra se continúa a través de los bautizados, que -a través del Crisma- fueron ungidos por el Espíritu al igual que el Señor.

¿Participo activamente del plan de salvación de Dios? ¿Cumplo con los compromisos que adquirí en mi bautizo? Ilumina Señor, mi camino, para dar frutos abundantes.

Adaptado de:
La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa.
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo A, 2022-2023, Conferencia Episcopal de Costa Rica.