Palio arzobispal | Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News
17 de junio de 2024
Por Almudena Martínez-Bordiú | ACI Prensa
En el marco de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo del próximo sábado 29 de junio, el Papa Francisco bendecirá los Sagrados Palios de los nuevos arzobispos metropolitanos. ¿Qué significado tiene esta tradicional ceremonia?
La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas de la Santa Sede informó hoy que el Santo Padre celebrará la Misa en memoria de los patrones de Roma el día 29 a las 9:30 a.m. (hora local) en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Como es tradición, durante el transcurso de la Eucaristía el Pontífice bendecirá estos ornamentos litúrgicos que recuerdan la unidad con el Sucesor de Pedro.
¿Qué es el Palio Sagrado?
El Palio Sagrado arzobispal es una cinta de lana blanca de entre 4 y 6 centímetros de ancho adornada con seis cruces de seda negra, 4 en el cuello y 2 en los extremos.
Las cruces del cuello indican que el obispo debe poseer vida, ciencia, doctrina y poder. Las dos de los extremos hacen referencia a las virtudes de la justicia y la prudencia.
Es semejante a un estola, se coloca en el cuello y sus extremidades caen por el pecho y la espalda. Se trata además de un distintivo que indica la especial dignidad de aquel que la recibe.
¿Cómo se elaboran?
Los Sagrados Palios se elaboran con la lana de dos corderos blancos que son criados por las monjas del convento de San Lorenzo in Panisperna, en Roma.
Por su parte, los Canónigos Regulares Lateranenses, quienes custodian la Basílica de Santa Inés Extramuros, se encargan de llevar estos animales al Vaticano, donde son bendecidos por el Santo Padre.
Además, el 21 de enero, solemnidad de santa Inés, son bendecidos en la Basílica dedicada a esta santa romana cuyo símbolo es un cordero.
Son las religiosas de la iglesia Santa Cecilia del barrio de Trastevere (Roma) las encargadas de tejer los Palios con la lana de estos corderos, cuyo color blanco representa la benevolencia hacia los humildes y penitentes.
Una vez confeccionados, son llevados a la Basílica de San Pedro y depositados en una urna, que recibe el nombre de “Nicho de los palios”, y que se guarda en la tumba del Apóstol San Pedro.
Tradicionalmente, el Palio era impuesto por el Pontífice a cada arzobispo metropolitano tras bendecirlos en la ceremonia del 29 de junio. Sin embargo, en 2015 el Papa Francisco estableció que estos ornamentos fueran entregados en cada iglesia metropolitana.
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