Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones. Lunes, 5 de mayo de 2025.


Tiempo Litúrgico: Pascua. Semana III.
   Color del día: Blanco.  


Antífona de entrada

Ha resucitado el buen pastor, que dio la vida por sus ovejas y se dignó morir por su rebaño. Aleluya.

Oración colecta

Te pedimos, Dios todopoderoso, que, despojándonos del hombre viejo con sus inclinaciones, vivamos en la obediencia de aquel a quien nos has incorporado por los sacramentos pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
No lograban hacer frente a la sabiduría
y al espíritu con que hablaba

Lectura del libro de los Hechos
de los Apóstoles 6, 8-15

En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.

Entonces indujeron a unos que asegurasen: – «Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios».

Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y viniendo de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos falsos que decían: – «Este individuo no para de hablar contra el Lugar Santo y la Ley, pues le hemos oído decir que ese Jesús el Nazareno destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dio Moisés».

Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron su mirada en él y su rostro les pareció el de un ángel.

Palabra de Dios.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Al escuchar esta lectura nos llena de admiración el odio que se puede llegar a crear sobre una persona por el simple hecho de creer en Jesús. Sin embargo, qué lejos estaban las comunidades cristianas de aquel tiempo, en pensar que esto le sucedería a Esteban. ¿Lo haríamos nosotros los cristianos con nuestros propios hermanos cristianos?

Las divisiones que han existido, y que aún desgraciadamente existen en la Iglesia, han sido motivo para calumniar, herir, desterrar e incluso llegar a matar aquellos que no profesan la fe de la misma manera. 

Las luchas religiosas en todo el mundo lo único que han dejado es hambre, miseria, muerte, desolación y, sobre todo, grandes heridas en el corazón de los creyentes. ¿La causa?, que no dejamos que Dios arregle las cosas, sino que las queremos arreglar nosotros, y de esta manera el odio solo engendra más odio.

Esteban, nos dice la Escritura, lleno del Espíritu Santo, dejó que Dios hablara por medio de él, con palabras de amor, no con espadas ni con lanzas. En tu trato con hermanos que no profesan la fe como tú, permite a Dios actuar; si te atacan, siéntete feliz de padecer por el nombre de Jesús, y tu caridad mostrará a tus adversarios que Dios verdaderamente vive en ti. Recuerda que el amor siempre vence.

Salmo responsorial
Sal 118, 23-24. 26-27. 29-30

R. Dichoso el que camina
en la voluntad del Señor.
  • Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita tus decretos; tus preceptos son mi delicia, tus enseñanzas son mis consejeros. R.
  • Te expliqué mi camino, y me escuchaste: enséñame tus mandamientos; instrúyeme en el camino de tus mandatos, y meditaré tus maravillas. R.
  • Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu ley; escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos. R.

Aclamación antes del Evangelio
Mt 4, 4b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. R.

EVANGELIO
Trabajad no por el alimento que perece,
sino por el que perdura para la vida eterna

Lectura del santo Evangelio
según san Juan 6, 22-29

Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar.

Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos.

Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».

Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios».

Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».

Respondió Jesús: «La obra de Dios es ésta: que creáis en el que él ha enviado».

Palabra del Señor.

Reflexión sobre el Evangelio

Es importante el trabajo en nuestra vida, Jesús mismo trabajó de la misma manera que nosotros lo hacemos; después, como trabajo, realizó el anuncio de la Palabra de Dios. El mismo San Pablo les dice a los tesalonicenses: "El que no quiera trabajar que tampoco coma".

Sin embargo, ya había dicho Jesús que no sólo de pan vive el hombre. Es, pues, importante, junto con nuestro trabajo cotidiano, con el cual sostenemos el cuerpo, el trabajar también por el alimento espiritual el cual nos es dado por el mismo Cristo.

La lectura diaria del "pan de la Palabra", nuestra lectura espiritual, nuestro rato de oración son los elementos que, como veremos en estos días, unidos a la Eucaristía, hacen que nuestra vida espiritual crezca y se fortalezca. Muchos cristianos hoy en día viven con una grande anemia espiritual que los puede llevar incluso a la muerte espiritual.

Si en todos los comerciales de golosinas han incluido la frase: "Aliméntate bien, come frutas y verduras", nosotros podríamos decir: ¡Aliméntate bien, ora, medita y comulga!

Antífona de comunión
Cf. Jn 14, 27

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo, dice el Señor. Aleluya.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén

Oración después de la comunión

Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración

Señor, te pido tu cortesía y dulzura para tratar con los que profesan algo diferente de lo que yo creo; los que difieren en aspectos de fe, de moral y sobre todo, los que difieren con respecto a tu divinidad, Jesús; enséñame a ser cortés y afable y que en esa manera de tratarlos, ellos puedan descubrirte a ti.

Acción

Hoy haré oración por mis seres más cercanos que profesan una fe distinta de la mía.

Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).