Mensaje del Nuncio Apostólico en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo

Mons. Mark Gerard Miles

2 de julio de 2025
Por Danny Solano Gómez
Comunicación, Conferencia Episcopal de Costa Rica

Homilía del Señor Nuncio Apostólico, Mons. Mark Gerard Miles, en la Santa Misa ofrecida por el Ministerio Petrino de Su Santidad el Papa León XVI

Catedral Metropolitana de San José, 30 de junio de 2025

Queridos Hermanos y Hermanas en el Señor.

Parece que solo hace poco que estuvimos reunidos para celebrar la Santa Misa en sufragio del alma del Papa Francisco. Estamos reunidos hoy para dar gracias a la divina providencia, que a través de los Cardenales electores, nos ha concedido al Papa León para guiar la santa Iglesia de Dios.

En nuestra primera lectura Dios promete al profeta Jeremías su presencia y ayuda, diciendo: “yo voy a poner mis palabras en tu boca”. El salmo responsorial indica la respuesta del escogido de Dios: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. Al observar el conclave y la aceptación serena del elegido, podemos ver como estas palabras de las sagradas escrituras se cumplen con la elección de Papa León. Su rostro expresa serenidad y confianza en Dios mientras que sus primeras palabras son inspiradas y alentadoras.

En la Santa Misa de inauguración de su Pontificado, el Papa dijo en su homilía: “Hermanos y hermanas, quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado. En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Y nosotros queremos ser, dentro de esta masa, una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad”.

En el Evangelio que apenas hemos escuchado, el Señor Jesucristo pide a sus discípulos que permanezcan en su amor, como Él permanece en el amor del Padre. El Papa León subraya la unidad en la Iglesia, fundada sobre la unidad que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

De hecho, solo el amor de Dios, el amor que existe entre las tres personas de la Santísima Trinidad puede asegurar que la Iglesia sea una levadura de comunión y unidad para renovar nuestro mundo. Y el Santo Padre es muy consciente de su rol como “Papa, Obispo de Roma y sucesor de Pedro…, fuente y fundamento perpetuo y visible de la unidad tanto de los obispos como de toda la compañía de los fieles” (CIC 882).

El pasado 25 de junio, para el Jubileo de los Obispos, también expreso este tema de unidad, entre otros: “El obispo es, ante todo, el principio visible de unidad en la Iglesia particular que le ha sido confiada. Su tarea es velar por que ella se edifique en la comunión entre todos sus miembros y con la Iglesia universal, valorizando la contribución de los diversos dones y ministerios para el crecimiento común y la difusión del Evangelio”.

Obispos celebran en conjunto Solemnidad de San Pedro y San Pablo. Crédito: Comunicación CECOR en Facebook

Permítanme ahora considerar cómo el deseo de la unidad en la Iglesia puede aplicarse a nuestras vidas, sea cual sea nuestra vocación y situación.

En el mismo Evangelio, Jesús nos da el mandamiento de permanecer en su amor y de amarnos los unos a los otros desde esa fuente. Todas las enseñanzas de la Iglesia, incluso aquellas éticas que el mundo nos dice que son difíciles o hasta imposibles de vivir, tienen su raíz en estas palabras de Jesús: “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”.

Por lo tanto, queridos hermanos y hermanas, aunque somos conscientes de los errores de algunos miembros de la Iglesia, los cuales han causado inmenso dolor y escándalo, no podemos dejar de proponer el camino de vivir los mandamientos de Dios. En menos de un año de estar aquí, puedo decir, sin hesitación, que he visto ejemplos de santidad en muchos sacerdotes, personas consagradas y fieles comprometidos.

Si tuviera que ofrecer una observación en general lo haría con una pregunta: ¿Hemos rebajado el valor de permanecer en la gracia, permanecer en esa gracia bautismal que nos une a Dios y a su amor? El pecado sí existe y afecta nuestra amistad con Dios de igual manera que el egoísmo afecta nuestras relaciones humanas.

Solo tenemos que pensar en las tentaciones que entran en nuestros hogares y afectan el núcleo familiar o en las tentaciones que nos hacen caer en un materialismo e individualismo desenfrenado en nuestras sociedades. Quizás me equivoco, pero me parece que el sacramento de la confesión se hace cada vez más necesario y actual para contrastar la tentación al egoísmo individual y colectivo.

En este sentido, el Papa ha dado la clave en sus primeros días de Pontificado cuando subrayó la centralidad de la divinidad de Cristo y nuestra amistad con él. Jesús no es una especie de líder carismático o un superhéroe a quien es bueno seguir, sino nada menos que el puente entre nuestra fragilidad y un amor divino que es seguro.

Lo que nos toca, queridos hermanos y hermanas, en la Iglesia, es luchar para permanecer en la gracia y el amor de Dios para poder transmitir ese amor al mundo que nos circunda: “Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado (Juan 17:21)”. La Iglesia ofrece una contribución contundente a la sociedad en todos sus varios ámbitos: educación, cultura, economía, política, justicia; una contribución que nos ayuda permanecer más unidos, más fraternos.

Pido a Dios en esta Misa, por la intercesión de Nuestra Madre la Virgen de los Ángeles, de San José y los protomártires de Roma, que nos ayude realizar ese deseo de Jesús en el Evangelio felizmente ilustrado por su Vicario en la tierra: “una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”. Que así sea, Amen.

Obispos celebran en conjunto Solemnidad de San Pedro y San Pablo. Crédito: Comunicación CECOR en Facebook

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