Tiempo Litúrgico: Ordinario. Semana XXXI.
Color del día: Blanco.
Memoria obligatoria: San Martín de Porres, religioso.
Antífona de entrada
Dios anuncia la paz a su pueblo, a todos sus amigos y a cuantos se convierten a él de corazón.
Oración colecta
Mueve, Señor, la voluntad de tus fieles, para que, secundando con mayor empeño la acción de tu gracia divina, recibamos con mayor abundancia los auxilios de tu bondad. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Dios nos encerró a todos,
en desobediencia,
para tener misericordia de todos
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los Romanos 11, 29-36
Hermanos:
Los dones y la llamada de Dios son irrevocables.
Así como vosotros, en otro tiempo, desobedecisteis a Dios, pero ahora habéis obtenido misericordia por la desobediencia de ellos, así también estos han desobedecido ahora con ocasión de la misericordia que se os ha otorgado a vosotros, para que también ellos alcancen misericordia.
Pues Dios nos encerró a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.
¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!
En efecto, ¿quién conoció la mente del Señor? O ¿quién fue su consejero?
O ¿quién le ha dado primero para tener derecho a la recompensa?
Porque de él, por él y para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
Reflexión sobre la Primera Lectura
Cuando el hombre se aparta de Dios lo que hace es privarse de el amor que viene de él, del mismo modo que quien se aleja de la luz se acerca a la oscuridad o quien se aleja del calor se invade de frío.
Por lo tanto, no es que Dios nos castigue, sino que la misma lejanía de Dios es lo que nos pone en una situación que nos hiere o lastima; sin embargo, Dios nunca deja de llamarnos a su lado mediante su perdón y misericordia porque él nunca se arrepiente de cuanto tiene preparado para nosotros.
Es cierto que no podemos pretender que Dios se justifique delante de nosotros o que nos dé una explicación de su modo de obrar como alguna vez lo pretendiera Job, sino que hemos de actuar como Jesús que se abandona totalmente a su Padre sabiendo que él nunca lo deja u olvida.
Dios nos ha creado para que estemos a su lado y esa es la vocación a la que todos estamos llamados. Por eso Israel y la iglesia siempre han confesado que Dios es fiel por todas las edades.
Salmo responsorial
Sal 68, 30-31. 33-34. 36-37
R. Señor,
que me escuche tu gran bondad.
- Yo soy un pobre malherido; Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. R.
- Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R.
- Dios salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá, y las habitarán en posesión. La estirpe de sus siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en ella. R.
Aclamación antes del Evangelio
Jn 8, 31b-3
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Si permanecéis en mi palabra – dice el Señor -, seréis de verdad discípulos míos, y conoceréis la verdad. R.
EVANGELIO
No invites a tus amigos,
sino a pobres y lisiados
Lectura del santo Evangelio
según san Lucas 14, 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a uno de los principales fariseos que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».
Palabra del Señor.
Reflexión sobre el Evangelio
Cristo nos dice que si hacemos una fiesta, no invitemos a familiares ni a amigos, y entonces ¿a quién vamos a invitar? Y Cristo nos hace una invitación mucho más profunda, nos invita a salir de nosotros mismos, a servir a quien más lo necesita sin esperar nada a cambio.
Hoy Jesús nos invita a abrir las puertas de nuestro corazón y de nuestra casa a toda persona; todavía más, Jesús nos invita a salir al encuentro de esas personas marginadas, solitarias o también a aquellas personas que no nos caen tan bien.
Jesús nos invita a tener un corazón magnánimo, abierto a todos, que no haga distinciones; nos invita a que no busquemos recompensa por hacer actos de servicio.
Cristo hoy nos invita a dar sin recibir nada a cambio. Es el mensaje del Evangelio de hoy. Pobres, enfermos y lisiados pueden ser también nuestros mismos familiares y amigos.
Nuestra entrega, nuestro servicio tiene que ser sin compromiso alguno y como santa madre Teresa de Calcuta nos diría, si lo hacemos con una sonrisa, es todavía mucho mejor. Hoy los invito a hacer un acto de servicio sin esperar nada a cambio.
Antífona de comunión
Que alaben al Señor todos los pueblos, porque grande es su amor hacia nosotros.
Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Oración después de la comunión
Te rogamos, Dios todopoderoso, que, habiéndonos concedido el gozo de participar de esta mesa divina, ya nunca permitas que nos separemos de ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración
Padre lleno de bondad, que nunca te arrepientes de llamarnos a la vida plena junto a ti sino que eres fiel a tus promesas por puro amor a nosotros, haz que atentos a tu llamado seamos dóciles a las mociones de tu Espíritu y permanezcamos firmes en el seguimiento de tu Hijo para gozar un día del cielo que nos has ofrecido.
Acción
Me abandonaré a la misericordia de Dios diciendo en los momentos difíciles: "Padre, me pongo en tus manos".
Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, Id y Enseñad, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).
.jpg)