Catequesis del Papa sobre el Espíritu Santo y la Iglesia

Abrirse al Espíritu Santo para evangelizar ¡sobre todo con la vida!

VATICANO, (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco medito sobre la relación entre el Espíritu Santo y la Iglesia, y alentó a no cerrarse nunca a su acción que alienta la Nueva Evangelización, a través del fervor apostólico, la paz y la alegría en el corazón de cada uno. Explicó que "sin la presencia y la acción incesante del Espíritu Santo, la Iglesia no podría vivir y no podría cumplir con la tarea que Jesús resucitado le ha confiado de ir y hacer discípulos a todas las naciones".

"Evangelizar es la misión de la Iglesia, no sólo de algunos, sino la mía, la tuya, nuestra misión. El apóstol Pablo exclamaba: ‘¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!’. Cada uno de nosotros debe ser evangelizador ¡sobre todo con la vida! Pablo VI subrayaba que ‘... evangelizar es la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar’". El Papa resaltó que "para evangelizar, pues, es necesario una vez más abrirse a la acción del Espíritu de Dios, sin temor a lo que nos pida y a dónde nos guíe. ¡Confiémonos a Él! Él nos permitirá vivir y dar testimonio de nuestra fe, e iluminará el corazón de aquellos que nos encontremos", a ejemplo de los apóstoles en Pentecostés.

"El Espíritu Santo al descender sobre los apóstoles, los hace salir de donde estaban encerrados por miedo, los hace salir de sí mismos, y los convierte en heraldos y testigos de las ‘grandes maravillas de Dios’. Y esta transformación obrada por el Espíritu Santo se refleja en la multitud que acudió al lugar y que provenía "de todas las naciones que hay bajo el cielo", porque todo el mundo escucha las palabras de los apóstoles, como si estuvieran pronunciadas en su propia lengua".

El Papa exhortó a cuestionarse: " ¿cómo me dejo guiar por el Espíritu Santo, para que mi testimonio de fe sea de unidad y de comunión? ¿Llevo la palabra de reconciliación y de amor, que es el Evangelio, en los lugares donde yo vivo? A veces parece que se repita hoy lo que sucedió en Babel: divisiones, incapacidad para entenderse entre sí, rivalidad, envidia, egoísmo".

"¿Yo qué hago con mi vida? ¿Creo unidad a mí alrededor o divido con las críticas, la envidia. ¿Qué hago? Pensemos en ello. Llevar el Evangelio es proclamar y vivir, nosotros en primer lugar, la reconciliación, el perdón, la paz, la unidad, el amor que el Espíritu Santo nos da".

El Santo Padre dijo además que del "fuego de Pentecostés, de la acción del Espíritu Santo, se desprenden siempre nuevas energías de misión, nuevas formas para proclamar el mensaje de la salvación, nuevo valor para evangelizar".

"¡No nos cerremos nunca a esta acción! ¡Vivamos con humildad y valentía el Evangelio! Demos testimonio de la novedad, la esperanza, la alegría que el Señor trae a la vida. Escuchemos en nosotros ‘la dulce y confortadora alegría de evangelizar’. Porque evangelizar y anunciar a Jesús nos da alegría. En cambio el egoísmo nos da amargura, tristeza, nos lleva hacia abajo. Evangelizar nos lleva hacia arriba".

Francisco dijo además que un elemento fundamental para la evangelización es la oración, sin la cual "nuestras acciones se convierten en vacío y nuestro anunciar no tiene alma, no está animado por el Espíritu".

"Renovemos cada día la confianza en la acción del Espíritu Santo, la confianza que Él obra en nosotros, Él está dentro de nosotros. Él nos da el fervor apostólico, nos da la paz, nos da la alegría. Renovemos esta confianza, dejémonos guiar por Él, seamos hombres y mujeres de oración, que dan testimonio del Evangelio con valentía, convirtiéndose en instrumentos en nuestro mundo de la unidad y de la comunión de Dios".