Evangelio del Día - Jueves 23 de octubre de 2014


Tiempo litúrgico: Ordinario
Color del día: Verde

Santoral


Primera Lectura: Efesios 3, 14-21
"Que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; así llegaréis a vuestra plenitud"

Hermanos: Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. 

Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios. Al que puede hacer mucho más sin comparación de lo que pedimos o concebimos, con ese poder que actúa entre nosotros, a él la gloria de la Iglesia y de Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo Responsorial: 32,1-2.4-5.11-12.18-19
"La misericordia del Señor llena la tierra."
  • Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.
  • Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
  • Pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad.
  • Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

Evangelio: Lucas 12, 49-53
"No he venido a traer paz, sino división"

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo la paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra."

Reflexión

Este pasaje podría prestarse a una interpretación equivocada por lo que hay que tomarlo dentro del contexto en que Jesús lo dice. Jesús en todo este capítulo está hablando de la necesidad de ser fieles al Evangelio, de estar preparados. Esta fidelidad al Evangelio nos puede llevar, incluso, a encontrarnos con problemas aún dentro de nuestra propia familia. 

Dado que el Reino es una invitación que se hace de manera personal, hay quien puede, si no rechazarla, sí tomarla con menos seriedad de la que el mismo Evangelio nos lo demanda. Esto causará división, pues no siempre los criterios del mundo van de acuerdo a los del Evangelio. Cuando el fuego del amor de Dios arde en el corazón del cristiano, la vida no siempre se ve cómo la ve el resto del mundo. 

Lo anterior no quiere decir que el cristiano será el causante de la división, sino el mismo Evangelio que se opone al egoísmo, a la mentira, a la injusticia. Si llegas a vivir una situación así en tu casa, en medio de esta tormenta recuerda las palabras de san Pablo: "Cree tú y creerán los de tu casa". 

Acción

Señor, gracias porque siempre estás buscando la manera de que yo me dé cuenta y sea consciente de que me amas profundamente. En este día quiero pedirte que me des la gracia de ser un signo de tu amor para aquellos que no te conocen, es mi deseo que puedas usarme como un instrumento para dar de tu amor a aquellos que tanto lo necesitan.

Hoy seré muy explícito al decirles a mis seres queridos que los amo y que son sumamente importantes para mí. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelio del Día
Evangelización Activa