Evangelio del Día - Martes 7 de octubre de 2014


Tiempo litúrgico: Ordinario
Color del día: Blanco


Santoral



Primera Lectura: Gálatas 1, 13-24
"Reveló a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles"

Hermanos: Habéis oído hablar de mi conducta pasada en el judaísmo: con qué saña perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me señalaba en el judaísmo más que muchos de mi edad y de mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de mis antepasados. Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles, en seguida, sin consultar con hombres, sin subir a Jerusalén a ver a los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco. 

Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y me quedé quince días con él. Pero no vi a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo. Fui después a Siria y a Cilicia. Las Iglesias cristianas de Judea no me conocían personalmente; sólo habían oído decir que el antiguo perseguidor predicaba ahora la fe que antes intentaba destruir, y alababan a Dios por causa mía.

Salmo Responsorial: 138
"Guíame, Señor, por el camino eterno."
  • Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares.
  • Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras.
  • Conocías hasta el fondo de mi alma, no desconocías mis huesos. Cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra.

Evangelio: Lucas 10, 38-42
"Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor"

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano." Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán."

Reflexión

Aunque este evangelio nos refiere, muy probablemente, a María la hermana de Lázaro, las palabras de Jesús se aplican perfectamente a María, su Santísima Madre. 

Son muchísimos los pasajes en los que Jesús, de manera especial en el evangelio de san Lucas, nos presentan a la Madre de Jesús como: "la que escucha y obedece la palabra de Dios". Ahora bien, este pasaje ha sido utilizado constantemente en la Iglesia para ilustrar dos grandes vocaciones: la vida Contemplativa (María) y la vida Activa (Marta). 

Las dos sirven a Jesús de diferente manera. Lo bello en María de Nazaret es que ella resume estas dos vocaciones y con ello nos invita a imitarla: El cristiano debe ser un contemplativo en la acción. ¿Por qué no te tomas unos pocos minutos de tu agitado día para elevar tu corazón a Dios, y darte cuenta de toda la belleza que él ha puesto a tu alrededor?

Acción

Gracias, Señor, por haberme elegido desde el vientre de mi madre, para conocerte a ti que eres bondad infinita. Te pido que el encuentro contigo se renueve a diario que cada vez pueda crecer en mi intimidad. Que todo mi ser pueda conocerte y gustarte.

Hoy recordaré cuál fue mi primer encuentro con Dios, y si hubo una persona involucrada en acercarme a Dios la buscaré y le agradeceré que me haya presentado a mi Salvador, también le haré saber que me siento con el compromiso profundo de ahora anunciarlo yo. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelio del Día
Evangelización Activa