Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Viernes 11 de noviembre de 2016.


Tiempo Litúrgico: Ordinario
   Color del día: Blanco   

Santo del día:



Primera Lectura: Segunda carta del apóstol san Juan (4-9)
El que permanece fiel a la doctrina de Cristo,
ese si vive unido al Padre y al Hijo.

Hermanos: Me ha dado mucha alegría enterarme de que muchos de ustedes viven de acuerdo con la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre.

Les ruego, pues, hermanos, que nos amemos los unos a los otros. No se trata de un mandamiento nuevo, sino del mismo que tenemos desde el principio. El amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el mandamiento consiste en vivir de acuerdo con el amor, como lo han escuchado desde el principio.

Ahora han surgido en el mundo muchos que tratan de engañar, pues niegan que Jesucristo es verdadero hombre. Estos son el verdadero impostor y anticristo. Pongan, pues, atención para que no pierdan el fruto de sus trabajos y puedan recibir la recompensa completa. Quien se aparta de la verdad y no permanece fiel a la doctrina de Cristo, no vive unido a Dios; el que permanece fiel a la doctrina de Cristo, ése sí vive unido al Padre y al Hijo.

Reflexión sobre la Primera Lectura

En medio de un mundo de confusión, es fácil ir aceptando doctrinas extrañas las cuales, mezcladas con la verdad del Evangelio, pueden llegar a debilitar la fe o a construir una fe muy a nuestra medida y comodidad. Las primeras comunidades, como las nuestras, sufrieron de este ataque por parte de los enemigos del Evangelio. 

Por ello hay que estar atentos a lo que se nos va proponiendo como "novedad", sobre todo en el área moral, pues falsas concepciones sobre el amor y la justicia nos pueden llevar al desorden sexual y ético. Recordemos que el mensaje del Evangelio es siempre el mismo y no admite enmendaduras ni diluciones. Si bien es cierto que su aplicación puede variar de cultura a cultura y de tiempo en tiempo, debe estar cimentado en el amor y en la cruz tal como nos lo propuso Jesús. 

Por ello, es importante beber siempre de la fuente limpia del Magisterio de la Iglesia quien, a través de sus pastores, evita que caigamos en la trampa de un Evangelio cómodo y privado de compromiso. Recordemos que si algo se espera de un discípulo es que sea fiel. Así, pues, mantengámonos fieles a Jesús y a su Iglesia aunque en ello nos vaya la misma vida.

Salmo responsorial (118, 1-2. 10-11. 17-18)
R/ Dichoso el que cumple la ley del Señor. 
  • Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón. R: 
  • Con todo el corazón te voy buscando; no me dejes desviar de tus preceptos. En mi pecho guardaré tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya. R. 
  • Favorece a tu siervo, para que viva y observe tus palabras. Abreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad. R.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (17, 26-37)
Lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.

En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: “Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.

Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste. Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.

Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada”.

Entonces, los discípulos le dijeron: “¿Dónde sucederá eso, Señor?” Y él les respondió: “Donde hay un cadáver, se juntan los buitres”.

Reflexión sobre el Evangelio

En el final de este discurso sobre el fin del mundo, Jesús insiste en el hecho de que será algo inesperado, algo que sucederá de un momento a otro sin que nadie haya sido avisado. 

Si esto será así, entonces, ¿por qué vivir asustados con todos los vaticinios sobre este final? Nosotros creemos que lo que Dios ha querido decir de manera universal para el hombre está contenido en la Revelación, y en ésta nos dice que nadie, ni siquiera el mismo Jesús en su humanidad, ha querido revelar cuándo será.

Imaginemos por un momento qué pasaría si efectivamente se supiera cuándo. Mucha gente, viviría una vida de libertinaje y sólo se prepararía en la víspera o al contrario, viviría en un continuo pánico. De esta manera el Señor nos invita a vivir siempre preparados. Quien ama a Jesús vive siempre preparado, pues para él la vida es Cristo y la muerte una ganancia.

Oración

Señor, mantén en mí la pureza de tu mensaje, quiero que mi vida esté siempre coloreada por tu Evangelio de amor. Quiero mantenerme adherido a tus mandamientos y serte fiel, lo que te pido es que tu Espíritu los vaya grabando en mi corazón, en mi mente y, por lo tanto, en todas mis acciones. 

Acción

Hoy memorizaré una frase que haya leído del Evangelio, la pondré en notas, la meteré a mi cartera, en la firma de mis correos, y veré la manera de poner todo mi empeño en vivirla siempre en plenitud como un norte en mi vida.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, Evangelio del Día, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net
Verificado en:
Ordo Temporis 2016, Conferencia Episcopal de Costa Rica