Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Jueves 15 de diciembre de 2016.


Tiempo Litúrgico: Adviento
   Color del día: Morado   

Santo del día:



Primera Lectura: Libro del profeta Isaías (54, 1-10)
Como a mujer abandonada y abatida, vuelve a llamarte tu Señor.

“Alégrate, tú, la estéril, que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, tú que no habías sentido los dolores de parto; porque la abandonada tendrá más hijos que la casada, dice el Señor.

Ensancha el espacio de tu tienda, despliega sin miedo las lonas, alarga las cuerdas, clava bien las estacas, porque te extenderás a derecha y a izquierda: tu estirpe heredará las naciones y poblará las ciudades desiertas.

No temas, porque ya no tendrás que avergonzarte; no te sonrojes, pues ya no te afrentarán; antes bien, olvidarás la vergüenza de tus años jóvenes y no volverás a recordar el deshonor de tu viudez. El que te creó, te tomará por esposa; su nombre es ‘Señor de los ejércitos’. Tu redentor es el Santo de Israel; será llamado ‘Dios de toda la tierra’. 

Como a una mujer abandonada y abatida te vuelve a llamar el Señor. ¿Acaso repudia uno a la esposa de la juventud?, dice tu Dios. 

Por un instante te abandoné, pero con inmensa misericordia te volveré a tomar. En un arrebato de ira te oculté un instante mi rostro, pero con amor eterno me he apiadado de ti, dice el Señor, tu redentor.

Me pasa ahora como en los días de Noé: entonces juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; ahora juro no enojarme ya contra ti ni volver a amenazarte. Podrán desaparecer los montes y hundirse las colinas, pero mi amor por ti no desaparecerá y mi alianza de paz quedará firme para siempre. Lo dice el Señor, el que se apiada de ti”. 

Reflexión sobre la Primera Lectura

La cultura en la que nace Israel es una sociedad de pastores seminómadas, es decir, gente que está en un lugar hasta que se acaba el agua para beber o el alimento para el ganado, y posteriormente para sus dueños. Estos pastores habitaban en tiendas, por eso para significar que la familia crece y la descendencia se multiplica, se dice que se ensancha la tienda, y cuando no existe la idea de la resurrección, el pueblo funda su esperanza en su descendencia, con los hijos, se prolonga la vida de los padres.

Pero Dios es más que generoso, la vida del pueblo se prolonga en el tiempo por el amor con que Dios le ha amado, su amor es eterno, no tiene límites ni conoce ocaso; nada ni nadie impide a Dios amar con un amor incondicional. La relación de Dios con su pueblo se muestra como la relación de un esposo joven con su amada, la que es todo en su vida, la que es la alegría de sus ojos y la luz de su vida. La misericordia de Dios es inmensa (no tiene medida) y su amor es eterno (está más allá del tiempo, es decir, no pasa, ni mengua, ni termina). En Jesús, Dios muestra ese amor que es intenso, inmenso y eterno, nadie nos ama más que Dios, ni nadie le ganará a su amor por nosotros.

Salmo Responsorial (29)
R/ Te alabaré, Señor, eternamente. 
  • Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R. 
  • Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. R. 
  • Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (7, 24-30)
Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor.

Cuando se fueron los mensajeros de Juan, Jesús comenzó a hablar de él a la gente, diciendo: “¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿O qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con telas preciosas? Los que visten fastuosamente y viven entre placeres, están en los palacios.

Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, y yo les aseguro que es más que profeta. Es aquel de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Yo les digo que no hay nadie más grande que Juan entre todos los que han nacido de una mujer. Y con todo, el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él”. 

Todo el pueblo que lo escuchó, incluso los publicanos, aceptaron el designio de justicia de Dios, haciéndose bautizar por el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los escribas no aceptaron ese bautismo y frustraron, en su propio daño, el plan de Dios.

Reflexión sobre el Evangelio

Esta primera parte de la preparación para la celebración de la Navidad, se cierra con este elogio de Jesús para san Juan Bautista. En éste nos hace ver que no obstante que Juan fue uno de los personajes más importantes y grandes del AT, todos nosotros somos aún más. Esto es esencialmente porque nosotros somos habitados por el Espiritual Santo, por ello, si Juan fue un mensajero enviado por Dios para preparar la llegada del Mesías, cada cristiano es no sólo un enviado sino la manifestación de ese Mesías. Es por eso que nuestras palabras, nuestras obras y toda nuestra vida ha de ser un reflejo del Evangelio. Vivamos y pensemos de tal modo que esta Navidad muchos hermanos puedan tener un encuentro vivo con Jesús. Seamos como san Juan el medio que Dios use para preparar el camino por el cual él pueda entrar al corazón de todos y cada uno de los hombres.

Oración

Dios rico en misericordia, que con amor eterno nos has amado, haz que nosotros correspondamos a ese amor con un espíritu de gratitud y ayúdanos a amarte con la misma intensidad con que tú lo haces para que, a imagen de tu Hijo amado, nuestro amor por ti se muestre en el servicio, y el amor al prójimo, se muestre en la donación de la propia vida en el servicio y la solidaridad.

Acción: 

El día de hoy mostraré mi amor a quienes me rodean sirviendo a quien me lo solicite o siendo solidario con aquél que sufre y sé que necesita de mí.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa