Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Martes 12 de setiembre de 2017


Tiempo Litúrgico: Ordinario
   Color del día: Verde   




          Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los colosenses (2, 6-15)
Dios nos dio una vida nueva con Cristo,
perdonándonos nuestros pecados.

Hermanos: Puesto que ustedes han aceptado a Cristo Jesús, el Señor, vivan como verdaderos cristianos: permanezcan arraigados y cimentados en él, con fe firme, como se lo enseñaron a ustedes, y en continua acción de gracias.

Que nadie los vaya a engañar con teorías y razonamientos falsos, que se fundan en tradiciones meramente humanas y en valores de este mundo, pero no en Cristo. Porque en el cuerpo de Cristo habita toda la plenitud de la divinidad; e incorporados a él, que es la cabeza de todos los ángeles, también ustedes participan de su plenitud.

Por su unión con Cristo, ustedes han sido circuncidados, no con una circuncisión hecha por mano de hombres, que consiste en el despojo de la carne, sino con la circuncisión que procede de él. Por el bautismo fueron sepultados con Cristo y también resucitaron con él, mediante la fe en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.

Ustedes estaban muertos por sus pecados y no pertenecían al pueblo de la alianza. Pero él les dio una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos los pecados. El anuló el documento que nos era contrario, cuyas cláusulas nos condenaban, y lo eliminó clavándolo en la cruz de Cristo. Con esto, Dios les quitó su poder a los principados y potestades y los humilló a la vista de todos, llevándolos cautivos en el cortejo triunfal de Cristo.

Reflexión sobre la Primera Lectura

De nuevo san Pablo nos recuerda que el cristianismo, dado que está basado en una elección y decisión personal (¡Quiero ser Cristiano!), esta decisión se debe transformar en un estilo de vida. 

En otras palabras, ser cristiano, implica vivir de acuerdo al Evangelio. Esto, humanamente no es posible, pues nuestra debilidad no permite que muchos de los elementos de la vida cristiana se desarrollen (por ejemplo el perdón, la renuncia, la caridad). Por ello, es necesario continuamente abrirse a la gracia de Dios y reafirmar nuestra opción por Cristo y por su evangelio. Dios no niega sus gracias a quien se las pide y, sobre todo, cuando éstas son el fundamento para que el hombre construya su felicidad y tenga paz en el corazón. 

Pide insistentemente esta gracia y pon todo lo que está de tu parte, tanto para que ésta se desarrolle en ti, como para hacer vida el mensaje de Jesús en todas las áreas de tu vida.

Salmo responsorial (144, 1-2. 8-9. 10-11)
R/  El Señor es bueno con todos. 
  • Dios y rey mío, yo te alabaré; bendeciré tu nombre siempre y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. R. 
  • El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R. 
  • Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus proezas a los hombres. R.

† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (6, 12-19)
Pasó la noche en oración y eligió a doce
discípulos, a los que llamó apóstoles.

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios. 

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Reflexión sobre el Evangelio

Los evangelios, en particular el de hoy, nos muestran cómo siempre que Jesús debía tomar una decisión importante, pasaba toda la noche en oración. Es común oír: "No tengo tiempo para orar". Esto generalmente es verdad, pues el tiempo para orar debemos "crearlo". Esto implica renunciar a nuestro tiempo de diversión, a la televisión e inclusive, como Jesús, al descanso nocturno. 

Solamente el cristiano que ora todos los días verá cambios en su vida, pues la oración es el elemento que permite que la gracia de Dios se convierta en vida. Es también común escuchar: "Dios siempre está conmigo y por eso yo hago mi oración mientras voy manejando al trabajo o a la escuela". Esto es verdad también, Dios siempre está con nosotros, pues Dios siempre tiene tiempo para nosotros, la pregunta sería si nosotros, como Jesús, también tenemos tiempo para Dios. 

Si bien es cierto que todo momento es un buen momento para orar, es necesario dedicar un tiempo exclusivo para Dios, para estar con él, para que todos nuestros sentidos se centren y concentren en él. Date tiempo para orar, sólo así tendrás suficiente luz para dirigir las decisiones de tu vida.

Oración

Señor Jesús, que nos llamas continuamente al seguimiento de tu persona y a la vivencia de tu evangelio, ayúdanos, con la fuerza de tu Espíritu Santo, a ser dóciles a tu llamado, para que nuestra fidelidad nos merezca el don de la vida eterna y podamos gozar por siempre de la vida que nos tienes preparada a los que creemos y confiamos en ti. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Acción

Me propondré superar dos situaciones concretas en las que nos soy fiel a Jesús.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa
Verificado en:
Ordo Temporis Ciclo A - 2017, Conferencia Episcopal de Costa Rica