Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Miércoles 28 de agosto de 2019.


Tiempo Litúrgico: Ordinario 
   Color del día: Blanco   

Memoria obligatoria:

Primera Lectura
Lectura de la primera carta del apóstol
san Pablo a los tesalonicenses (2, 9-13)
Trabajando día y noche les hemos
predicado el Evangelio de Dios.

Hermanos: Sin duda se acuerdan de nuestros esfuerzos y fatigas, pues, trabajando de día y de noche, a fin de no ser una carga para nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios.

Ustedes son testigos y Dios también lo es, de la forma tan santa, justa e irreprochable como nos hemos portado con ustedes, los creyentes. Como bien lo saben, a cada uno de ustedes lo hemos exhortado con palabras suaves y enérgicas, como lo hace un padre con sus hijos, a vivir de una manera digna de Dios, que los ha llamado a su Reino y a su gloria. 

Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al recibir ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no como palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Pablo, consciente de la responsabilidad que Dios le ha confiado como mensajero del Evangelio, sabe que su misión no termina con el primer anuncio, sino que la vida cristiana, para que llegue a desarrollarse, necesita, como las plantas, de continuo cuidado. Sabe cuándo actuar con suavidad y cuándo con dureza, pero siempre con amor, para que el mensaje del Evangelio no se quede en una bonita idea sino que pase a la vida de cada uno de los cristianos. 

Todos los bautizados, cada uno según su vocación y estado de vida particular, hemos recibido del Señor el encargo de ayudar a que el Evangelio se convierta en un verdadero estilo de vida en nuestra sociedad, de tal modo que todos vivamos "de una manera digna de Dios". 

Por ello, siguiendo el ejemplo de san Pablo, debemos exhortar a nuestros hermanos, siempre con caridad, a perseverar en el amor y en la fe. El silencio de los cristianos no es otra cosa que indiferencia y apatía, falta de compromiso con Cristo y su misión. Seamos, pues, solidarios unos con otros en nuestro camino hacia la santidad.

Salmo responsorial:
(Sal 138, 7-8. 9-10. 11-12ab)
R/ Condúcenos, Señor, por tu camino. 
  • ¿A dónde iré yo lejos de ti, Señor? ¿Dónde escaparé de tu mirada? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si bajo al abismo, allí te encuentras. R. 
  • Si voy en alas de la aurora o me alejo hasta el extremo del mar, también allí tu mano me conduce y tu diestra me sostiene. R. 
  • Si digo: “Que me cubran las tinieblas, que la luz se convierta en noche para mí”, las tinieblas no son oscuras para ti y la noche es tan clara como el día. R.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (23, 27-32)
Ustedes son hijos de los
asesinos de los profetas.

En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre! Así también ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les construyen sepulcros a los profetas y adornan las tumbas de los justos, y dicen: ‘Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, nosotros no habríamos sido cómplices de ellos en el asesinato de los profetas’! Con esto ustedes están reconociendo que son hijos de los asesinos de los profetas. ¡Terminen, pues, de hacer lo que sus padres comenzaron!”

Reflexión sobre el Evangelio

Con estas palabras Jesús termina este duro sermón en contra de aquellos que aparentan una cosa y viven de una manera contraria a lo que predican. 

Nuestra vida será siempre un reflejo de nuestra vida interior. Por ello decía el Padre Esquerda, quien es cristiano no lo puede esconder y quien no lo es no lo puede fingir, ¡SE NOTA! Preguntémonos, pues, ¿cómo es mi vida interior? ¿tengo realmente una relación profunda y personal con Dios por medio de la oración?

Oración

Señor, dame el carácter y la valentía para poder anunciar, con firmeza y amor, tu palabra de vida. Hazme capaz de comunicar a los demás lo maravilloso que es vivir en tu presencia y en tu amistad.

Acción

Hoy voy a hablarles a cinco personas de lo maravilloso que es sentirse amado por Dios.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro 

Adaptado de: 
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa 
Verificado en: 
Ordo Temporis Ciclo C - 2019, Conferencia Episcopal de Costa Rica