Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Lunes 16 de setiembre de 2019.



Tiempo Litúrgico: Ordinario, Semana XXIV
   Color del día: Rojo   

Memoria obligatoria:

Primera Lectura
Lectura de la primera carta del
apóstol san Pablo a Timoteo (2, 1-8)
Pidan a Dios por todos los hombres,
pues él quiere que todos se salven.

Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.

Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro salvador, pues él quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre él también, que se entregó como rescate por todos.

El dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe y la verdad.

Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración donde quiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras.

Reflexión sobre la Primera Lectura

Uno de los grandes problemas de la vida cristiana es la separación entre la fe y la vida. Sin embargo, san Pablo nos recuerda que la fe debe estar en toda nuestra vida, y ésta incluye nuestra vida política y nuestra relación con las autoridades. Dado que los Jefes de Estado son los responsables de la vida del pueblo, es nuestra obligación como cristianos el orar intensamente por ellos para que Dios ilumine su corazón y haya una profunda conversión en todos y cada uno de ellos.

Si no se convierte el corazón de los dirigentes políticos, de los Jefes de Estado, de los gobernantes en general, el egoísmo los gobernará cerrando su corazón a las necesidades de sus hermanos, sobre todo de los más necesitados, poniendo en riesgo, incluso su salvación eterna.

Por el contrario, un gobernante que se abre al amor de Dios, que deja que sea el Espíritu quien dirija sus acciones, será honesto y fiel y por ello hará gran bien a la comunidad, él crecerá en santidad y hará que el pueblo que Dios le ha encomendado viva en paz y armonía. La construcción de la sociedad del amor tiene una fuerte dependencia a aquellos que nos dirigen. Oremos por ellos todos los días.

Salmo responsorial:
(Sal 27, 2. 7. 8-9)
R/ Salva, Señor, a tu pueblo. 
  • Escucha, Señor, mi súplica, cuando te pido ayuda y levanto las manos hacia tu santuario. R. 
  • El Señor es mi fuerza y mi escudo, en él confía mi corazón; él me socorrió y mi corazón se alegra y le canta agradecido. R. 
  • El Señor es la fuerza de su pueblo, el apoyo y la salvación de su Mesías. Salva, Señor, a tu pueblo y bendícelo, porque es tuyo, apaciéntalo y condúcelo para siempre. R.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (7, 1-10)
Ni en Israel he hallado una fe tan grande.
 
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: “Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga”. Jesús se puso en marcha con ellos.

Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: “Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: ‘¡Ve!’, y va; a otro: ‘¡Ven!’, y viene; y a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace”.

Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: “Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande”. Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano.

Reflexión sobre el Evangelio

En este pasaje de Jesús, podemos ver la conjugación de dos elementos que son fundamentales en la vida espiritual: la fe y la intercesión. Quisiera destacar hoy la importancia de los AMIGOS en la vida espiritual.

Ya en el pasaje del paralítico que fue llevado en camilla por unos amigos, podemos ver lo importante que es tener buenos amigos en nuestra vida de fe, pues muchas veces, como en estos dos casos, ellos son el medio para que Dios se manifieste con poder en nuestra vida o en la vida de nuestros seres queridos.

Un buen amigo siempre estará dispuesto a orar por ti, a interceder por tus necesidades, es más, a orar contigo. Un buen amigo sabrá presentar tus necesidades al Señor como si fueras tú mismo, pues te ama y tus problemas son SUS PROBLEMAS. Por ello dice el libro del Eclesiástico que "quien encuentra un amigo encuentra un tesoro".

Valora a tus amigos y busca acrecentar su número, ellos pueden ser el instrumento para que la bendición de Dios llegue a tu vida y a la de tu familia.

Oración

Señor, oro por mis gobernantes, para que tu palabra los ilumine y puedan comprender que para ser el más importante es necesario hacerse servidor de los demás. También te pido que los responsables de dictar las leyes, lo hagan teniendo presente los valores del Reino.

Acción

Dejaré de criticar a los jefes de estado y de ahora en adelante los incluiré en mis oraciones diarias.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro 

Adaptado de: 
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa 
Verificado en: 
Ordo Temporis Ciclo C - 2019, Conferencia Episcopal de Costa Rica