Lecturas de la Misa del día y su reflexión. Sábado, 23 de julio de 2022.


Tiempo Litúrgico: Ordinario - Semana XVI.
   Color del día: Verde.  


Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Jeremías (7, 1-11)
¿Creen acaso que este templo, donde se invoca
mi nombre, es una cueva de ladrones?

Esta es la palabra del Señor que escuchó Jeremías: “Ponte a la entrada del templo y proclama allí estas palabras: ‘Escucha, Judá, la palabra del Señor; escúchenla ustedes los que entran por estas puertas para adorar al Señor.

Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Corrijan su conducta y sus intenciones, y viviré con ustedes en este lugar. No se hagan ilusiones con razones falsas, repitiendo: ¡Este es el templo del Señor, este es el templo del Señor, este es el templo del Señor!

Si corrigen su conducta y sus intenciones; si aplican bien la justicia entre los hombres y no explotan al forastero, al huérfano y a la viuda; si no derraman sangre inocente en este lugar y no siguen, para mal de ustedes, a dioses extranjeros, entonces yo habitaré con ustedes en este lugar, en la tierra que desde hace tanto tiempo y para siempre les di a sus padres.

Ustedes, en cambio, ponen su confianza en palabras engañosas, que no sirven de nada. Porque roban, matan, cometen adulterios y perjurios, queman incienso a los ídolos, adoran a dioses extranjeros y desconocidos, y creen que, con venir después a presentarse ante mí en este templo, donde se invoca mi nombre, y con decir: ‘Estamos salvados’, basta para poder seguir cometiendo todas esas iniquidades. ¿Creen, acaso, que este templo, donde se invoca mi nombre es una cueva de ladrones? Tengan cuidado, porque no estoy ciego, dice el Señor’”.

Salmo responsorial
(Sal 83, 3. 4. 5-6a y 8a. 11)
R/ Qué agradable, Señor, es tu morada.
  • Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. R.
  • Hasta el gorrión encuentra casa y la golondrina un lugar para su nido, cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Dios mío. R.
  • Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos los que encuentran en ti su fuerza, pues caminarán cada vez con más vigor. R.
  • Pues un día en tus atrios vale más que mil fuera de ellos; yo prefiero el umbral de la casa de mi Dios, al lujoso palacio del perverso. R.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (13, 24-30)
Dejen que crezcan juntos
hasta el tiempo de la cosecha.

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: “El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.

Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: ‘Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?’ El amo les respondió: ‘De seguro lo hizo un enemigo mío’. Ellos le dijeron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’

Pero él les contestó: ‘No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero’ .

Reflexión sobre el Evangelio

La mejor estrategia que tienen nuestros enemigos es hacernos creer que no son nuestros enemigos y así pasar desapercibidos y poder moverse a sus anchas. Esto hace que nosotros siempre estemos indefensos, abiertos a cualquier ataque, pues no hemos preparado ninguna defensa. La mejor oportunidad que tiene quien realiza un ataque es tomar al enemigo por sorpresa.

En el evangelio de hoy, no nos puede quedar más claro: tenemos un enemigo que busca nuestra destrucción. Él realiza sus obras en la oscuridad para tomarnos por sorpresa. Es terrible el hecho de que hoy sean tantos los que niegan la presencia de Satanás y su obra en el mundo, atribuyendo toda su acción al "mal" como un ente etéreo.

Satanás existe, y como dice san Juan, se ha establecido entre él y nosotros una guerra que no terminará sino hasta el final de los tiempos. Debemos estar preparados para su ataque y saber que se mueve con gran astucia buscando nuestra destrucción, pues es un enemigo feroz que quisiera vernos descender junto con él al infierno.

La oración y la vida ascética son la mejor defensa contra todos sus ataques. En un mundo que, por un lado, no cree en la existencia del demonio y lo desvalora y que por otro lado, no tiene vida de oración y vida ascética, nos encontramos en un mundo en donde Satanás se puede mover con gran libertad para destruir nuestra familia, nuestra sociedad y todo nuestro entorno.

En la medida en que haya luz en tu vida, podrás descubrir con más claridad sus obras y estar siempre protegido y alerta.

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2021-2022, Conferencia Episcopal de Costa Rica