Tiempo Litúrgico: Ordinario - Semana XVIII.
Color del día: Blanco
Solemnidad:
Memoria libre: San Pedro Julián. San Pedro Fabro.
Primera Lectura
Del libro del Eclesiástico (Sirácide)
(24, 1-2. 5-7. 12-16. 26-30)
María, trono de la Sabiduría.
La sabiduría hace su propio elogio y se gloría en medio de su pueblo; abre su boca en la asamblea del Altísimo, y ante todos los ejércitos celestiales se glorifica diciendo: "Yo salí de la boca del Altísimo y soy la primogénita de todas sus creaturas. Encendí en el cielo una luz que no se apaga y cubrí de niebla toda la tierra. Yo puse mi tienda en las alturas y mi trono sobre una columna de nubes.
Entonces, el creador del universo, el que me formó, me dió una orden, él se estableció en mi morada y me dijo: 'Pon tu tienda en Jacob, que sea Israel tu heredad; echa raíces en medio de mis elagidos'.
En el principio, antes de los siglos, me formó y existere para siempre. En su santa tienda ejercí las funciones sagradasante él; por eso fijó mi morada en Sión -en la ciudad que me hizo reposar- y en Jerusalén la sede de mi podr. En un pueblo glorioso eché raíces, en la porción del Señor, en su heredad.
Vengan a mí todos los que me aman, y saciénse de mis frutos, porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.
Todas las generaciones me recordarán para siempre. Los que me comen seguirán teniendo hambre de mí, los que me beben seguirán teniendo sed de mí, los que me escuchan no tendrán de que avergonzarsey los que se dejan guiar por mí no pecarán."
Meditación sobre la Primera Lectura
En la Biblia, la siburía es la capacidad de conocer y practicar el bien.
Para subrayar su grandeza, el libro del Eclesiático o Sirácide la personifica y la presenta como una realidad que existía antes de la creación e intervino en ella.
Esta idea sera retomada por el Nuevo Testamento para profundizar el misterio de Cristo entendiéndolo como la sabiduría del Padre, que echó raíces entre los hombres encarnándose de María Virgen.
Salmo responsorial
(Sal 33, 2-3. 4-5. 10-11. 12-13)
R/ Vengan y escúchenme, hijos míos;
les voy a decir como amar a Dios.
- Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo. R.
- Proclamemos que grande es el Señor y alabemos su nombre. Cuando acudí al Señor, me hizo caso t me libró de todos mis temores. R.
- Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a quienes lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada le falta. R.
- Venga y escúchenme, hijos míos; cómo amar al Señor voy a decirles, ¿Quién quiere larga vida y desea tener días felices? R.
Segunda Lectura
De la carta del apóstol san Pablo
a los Gálatas (4, 4-7)
Envió Dios s su Hijo, nacido de una mujer.
Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.
Puesto que ya sin ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama "¡Abbá!", es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Meditación sobre la Segunda Lectura
La ley sólo sirve para señalar lo que está mal, no para dar la fuerza para vencerlo; fue Jesucristo quien asumió nuestra humanidad para unir a ella la fuerza de su divinidad.
Así, los que antes sólo podíamos saber lo que era malo, ahora podemos dejar de hacerlo...
Ahora bien, Jesús se asoció con nuestra realidad humana naciendo de María, por eso Ella es la más excelente colaboradora de Cristo, nuestro Redentor.
Evangelio
† Del santo Evangelio según
san Juan (19, 25-27)
Ahí está tu hijo. - Ahí está tu madre.
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: "Mujer, ahí está tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Ahí está tumadre". Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Meditación sobre el Evangelio
María y unos cuantos más representan al "pequeño resto" que está al pie de la cruz porque haa llegado la "hora" de la regeneración de la humanidad.
Ésta se ve libre del pecado introducido por el primer hombre y la primera mujer, gracias a la acción del nuevo hombre (Jesús) y que encomienda a la nueva mujer (María) la tarea de velar -como lo hizo en Caná- para que sus hijos espirituales imiten sus virtudes.
Oración
Concédeme, Señor, encontrarme contigo, y manifestarte cercano a mis hermanos.
Padre, toma lo que tengo, toma lo que soy... Haz que pueda ser útil en tu obra de amor y misericordia.
Padre todopoderoso, atiende a la voz de María, que continuamente vela e intercede por mí. Concédeme los dones que necesito y que Ella está rogando para que me otorgues.
Adaptado de:
La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2021-2022, Conferencia Episcopal de Costa Rica