Lecturas de la Misa del día y su reflexión. Miércoles, 26 de julio de 2023.


Tiempo Litúrgico: Ordinario - Semana XVI.
   Color del día: Blanco.  

Memoria obligatoria:

Primera Lectura
Del libro del Eclesiástico
(Sirácide) (44, 1. 10-15)
El nombre de nuestros padres
durará eternamente.

Hagamos el elogio de aquellos hombres ilustres, que fueron nuestros padres. Ellos fueron misericordiosos y sus obras no se han olvidado. Se perpetúan en sus descendientes y éstos son la rica herencia que han dejado. Sus hijos siguen fieles a la alianza y sus nietos también, gracias a ellos. Su gloria jamás se extinguirá.

Sus cuerpos fueron sepultados en paz y su nombre durará eternamente. Que proclamen los pueblos su sabiduría y los alabe dignamente la asamblea.

Salmo responsorial
(Sal 131, 11. 13-14. 17-18)
R/ Dios le dará el trono de David,
su padre.
  • El Señor, que jamás va a retractarse, le ha jurado a David esta promesa: “Pondré sobre tu trono, a uno de tu propia descendencia”. R.
  • Esto es así, porque el Señor ha preferido a Sión como morada: “Aquí está mi reposo para siempre; porque así me agradó, será mi casa”. R.
  • “Haré que brote un vástago a David y encenderé una lámpara a mi ungido; pondré sobre su frente mi diadema; de afrentas llenaré a sus enemigos”. R.

Evangelio
† Del santo Evangelio
según san Mateo (13, 16-17)
Muchos profetas y muchos justos
desearon ver lo que ustedes ven.
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.

Reflexión

"¡Oh bienaventurados esposos Joaquín y Ana! Toda la creación os está obligada, ya que por vosotros ofreció el Creador el más expléndido de todos los dones, a saber, aquella madre casta, la única digna del Creador" 

Recordamos a los padres de María, en cuya descendencia Dios bendijo a todos los pueblos, haciéndonos partícipes de la promesa hecha a Abraham y a su descendencia.

La tradiccón los recuerda como personas ilustres, misericordiosos, cuyas obras no se olvidan, porque recuerdan a todas las generaciones la mayor de las bendiciones: Habiendo superado lo caduco, ver al que muchos desearon ver, y que ahora se ha manifestado en el linaje de los hombres, renacido por la llegada del Redentor.

¿Soy consciente de que Dios me bendice sirviéndose de quienes me rodean? ¿Pongo mis cualidades y destrezas al servicio de los demás?

Padre ayúdame a reconocer la obra que haces a través de nuestra humanidad.

Oración

Señor, tú eres mi proveedor, tú eres quien nunca permite que algo me falte, gracias por tu cuidado tan cercano y perfecto. Yo me abandono a ti, sabiendo que eres un Dios de amor, que ves mi necesidad antes siquiera que yo me dé cuenta.

Acción

Hoy daré una ofrenda a la Iglesia, como muestra de agradecimiento, por lo mucho que Dios me da.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro.

Adaptado de:
Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), Catholic.net, ACI Prensa.
Verificado en:
Ordo Temporis, Ciclo A, 2022-2023, Conferencia Episcopal de Costa Rica.