Estatua de San Pedro en el exterior de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. | Crédito: iam_os / Unsplash.
19 de abril de 2024
Por Almudena Martínez-Bordiú
Este viernes 19 de abril, la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó una Carta Apostólica en forma de Motu Proprio del Papa Francisco, con la que establece diferentes modificaciones en el sistema judicial del Vaticano.
Al inicio de la Carta Apostólica, el Papa Francisco explica que los años de experiencia “han hecho sentir la necesidad” de realizar diferentes reformas en materia judicial y también “en la dignidad profesional y en el tratamiento económico de los magistrados ordinarios del Tribunal y de la Oficina del Promotor de Justicia”.
En concreto, el documento consta de seis artículos que reforman la Ley de Disposiciones para la Dignidad Profesional, el Tratamiento Económico de los Magistrados Ordinarios del Tribunal y de la Oficina del Promotor de Justicia y el Reglamento General del Fondo de Pensiones.
Cambios en los límites de edad
Uno de los primeros y más notables cambios que realiza el Papa Francisco es el del límite de edad para jueces cardenales y magistrados.
De ahora en adelante, los magistrados ordinarios deberán cesar su actividad en el año judicial en el que cumplen los 75 años.
En cuanto a los jueces cardenales, dejarán el cargo a los 80 años. Sin embargo, el Santo Padre podrá decidir en cada caso y ordenar una permanencia mayor. Además, las dimisiones previas al límite de edad solamente serán aceptadas si así lo decide el Papa Francisco.
Asimismo, según el documento, el Santo Padre “podrá en cualquier momento dispensar del servicio, incluso temporalmente, a los magistrados que, por incapacidad comprobada, no pueden desempeñar sus funciones”.
En el momento en el que cese el cargo del presidente, el Pontífice también podrá nombrar a un presidente adjunto hasta que se elija a uno nuevo.
Reformas relativas a la dignidad profesional
También se realizan algunas reformas relativas a la dignidad profesional y al tratamiento económico de los magistrados ordinarios del Tribunal y de la Oficina del Promotor de Justicia del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El nuevo Motu Proprio establece que al cesar en sus funciones, los magistrados ordinarios conservan todos los derechos, asistencia, bienestar y garantías previstos para los ciudadanos, así como todos los derechos previstos para los empleados en activo.
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