Papa Francisco: Que la reapertura de Notre-Dame sea un signo de la renovación en Francia

La ceremonia de reapertura de la catedral de Notre-Dame de París  (AFP or licensors)

07 diciembre 2024
Antonella Palermo -Ciudad del Vaticano | Vatican News

La Catedral de París vuelve a brillar tras el incendio que la devastó. En el mensaje del Papa, leído por el Nuncio Migliore, se expresa satisfacción por "el gran estallido de generosidad internacional que contribuyó a la restauración" y agradecimiento por el trabajo de tantos artesanos, trabajadores, mujeres que durante el transcurso de las obras hicieron un auténtico "camino espiritual".

Cinco años después las campanas vuelven a sonar. La maravilla de la catedral de Notre-Dame, con su aguja, sus pináculos y sus vidrieras, vuelve a abrir sus puertas con los golpes del báculo del arzobispo Laurent Ulrich. Bajo las altísimas columnas góticas, la emotiva entrada del presidente francés Emmanuel Macron acompañado de su esposa y alcaldesa de la ciudad, Ana María Hidalgo Aleu.

Es el orgullo nacional y mundial que se manifiesta tras el terrible incendio del 15 de abril de 2019. Más de dos mil artesanos, arquitectos e ingenieros participaron, y 250 empresas, en lo que se recuerda como una restauración colosal. "Merci" : es la enorme escritura luminosa proyectada en la fachada. Estuvieron presentes aproximadamente 1.500 personas, entre ellas 13 obispos franceses, dos patriarcas orientales, un metropolitano ortodoxo y los Caballeros del Santo Sepulcro.

En procesión dentro de la catedral

Se levanta un atronador aplauso de cinco minutos en presencia de decenas y decenas de bomberos uniformados. Es una ovación de pie con los Jefes de Estado y de Gobierno llegados de todas partes y que han aceptado estar presentes en este momento histórico para la capital. El presidente francés está al lado del presidente estadounidense Donald Trump.

El canto coral de los niños y un momento musical con violín y violonchelo expresan una emoción vibrante frente a una piedra que ya no tiene rastro de hollín. Es un despertar colectivo. "En este momento devolvemos esta iglesia al cristianismo, a Francia y al resto del mundo. Esta tarde Notre-Dame renace", afirma Macron en su discurso.

"La promesa de respetar el plazo de cinco años se cumplió", afirma el prelado, recordando la valentía y el trabajo incansable realizado. Y lo que expresa el Papa Francisco en el mensaje a monseñor Ulrich, leído por el nuncio Celestino Migliore, es agradecimiento y exhortación. Gracias a quienes trabajaron para restaurar este lugar simbólico de París a su antiguo esplendor, y una invitación a aprovechar esta oportunidad para dar un nuevo impulso a la Iglesia francesa.

Gran estallido de solidaridad internacional

Las calurosas felicitaciones del Pontífice, en su mensaje, por un trabajo que duró cinco años y en el que cientos de trabajadores, bomberos, artesanos, mujeres y trabajadores cooperaron con las autoridades públicas para devolver esta joya a los ciudadanos y turistas de todo el mundo. Para ellos, sacar a la luz este lugar de culto era hacer "un auténtico viaje espiritual".

El Papa subraya el "gran estallido de generosidad internacional que contribuyó a la restauración", símbolo de un compromiso no sólo con el campo del arte y la arquitectura, sino también con el valor sacro de este edificio.

Nuestros corazones han sufrido el riesgo de ver desaparecer una obra maestra de la fe y de la arquitectura cristiana, testimonio milenario de vuestra historia nacional. Hoy, la tristeza y el luto han dado paso a la alegría, la celebración y la alabanza.

Signo profético de la renovación de la Iglesia en Francia

Es hermoso y tranquilizador, escribe el Papa, que las habilidades del pasado hayan sido sabiamente preservadas y mejoradas. Francisco destaca en esta obra la capacidad de seguir una tradición, de sentirse parte de un pasado que resurge: "Siguieron los pasos de sus padres, cuya única fe, vivida en el trabajo, fue capaz de construir una obra maestra donde nada profano, ininteligible o vulgar encuentra lugar."

Que el renacimiento de esta admirable Iglesia constituya, pues, un signo profético de la renovación de la Iglesia en Francia.

Catedral de Notre Dame de París. | Crédito: Pexels / Adrienn. (en ACI Prensa)

La restauración da renovada esperanza

La invitación que viene del Vaticano es, por tanto, recuperar la herencia de la fe precisamente a través de esta restauración. La catedral estará abierta a todos de forma gratuita. El Sucesor de Pedro espera que quienes pasen por aquí puedan "gustar la alegría de conocer y amar al Señor que se ha hecho cercanía, compasión y ternura". Y añade que esta magnificencia puede generar luz en el corazón y compartir esperanza.

Queridos fieles de París y de Francia, esta casa en la que vive nuestro Padre celestial es vuestra: vosotros sois sus piedras vivas. Quienes os precedieron en la fe lo construyeron para vosotros: las innumerables representaciones y símbolos que contiene están destinados a vosotros para conduciros con mayor seguridad al encuentro con Dios hecho hombre y redescubrir su inmenso amor.

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