Tiempo Litúrgico: Ordinario. Semana XVI.
Color del día: Blanco.
Memoria obligatoria: Santos Joaquín y Ana, padres de la bienaventurada Virgen María.
Antífona de entrada
Cf. Eclo 44, 1. 23
Alabemos a san Joaquín y a santa Ana, porque en su descendencia el Señor Dios ha bendecido a todos los pueblos.
Oración colecta
Señor, Dios de nuestros padres, que concediste a los santos Joaquín y Ana la singular gracia de que naciera de ellos la Madre de tu Hijo encarnado, concédenos, por las súplicas de ambos, que alcancemos la salvación prometida a tu pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Esta es la sangre de la alianza que
el Señor ha concertado con vosotros
Lectura del libro del Éxodo 24, 3-8
En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todas las palabras del Señor y todos sus decretos; y el pueblo contestó con voz unánime: «Cumpliremos todas las palabras que ha dicho el Señor».
Moisés escribió todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes de los hijos de Israel ofrecer al Señor holocaustos e inmolar novillos como sacrificios de comunión.
Tomó Moisés la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después tomó el documento de la alianza y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió: «Haremos todo lo que ha dicho el Señor y le obedeceremos».
Entonces Moisés tomó la sangre y roció al pueblo, diciendo: «Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado con vosotros, de acuerdo con todas estas palabras».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 49, 1-2. 5-6. 14-15
R. Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
- El Dios de los dioses, el Señor, habla: convoca la tierra de oriente a occidente. Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece. R.
- «Congregadme a mis fieles, que sellaron mi pacto con un sacrificio». Proclame el cielo su justicia; Dios en persona va a juzgar. R.
- «Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo e invócame el día del peligro: yo te libraré, y tú me darás gloria». R.
Aclamación antes del Evangelio
Sant 1, 21bc
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Acoged con docilidad la palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas. R.
EVANGELIO
Dejadlos crecer juntos hasta la siega
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó.
Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”
Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”
Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».
Palabra del Señor.
Reflexión sobre el Evangelio
La mejor estrategia que tienen nuestros enemigos es hacernos creer que no son nuestros enemigos y así pasar desapercibidos y poder moverse a sus anchas. Esto hace que nosotros siempre estemos indefensos, abiertos a cualquier ataque, pues no hemos preparado ninguna defensa. La mejor oportunidad que tiene quien realiza una ataque es tomar al enemigo por sorpresa.
En el evangelio de hoy, no nos puede quedar más claro: tenemos un enemigo que busca nuestra destrucción. Él realiza sus obras en la oscuridad para tomarnos por sorpresa. Es terrible el hecho de que hoy sean tantos los que niegan la presencia de Satanás y su obra en el mundo, atribuyendo toda su acción al "mal" como un ente etéreo.
Satanás existe, y como dice san Juan, se ha establecido entre él y nosotros una guerra que no terminará sino hasta el final de los tiempos. Debemos estar preparados para su ataque y saber que se mueve con gran astucia buscando nuestra destrucción, pues es un enemigo feroz que quisiera vernos descender junto con él al infierno.
La oración y la vida ascética son la mejor defensa contra todos sus ataques. En un mundo que, por un lado, no cree en la existencia del demonio y lo desvalora y que por otro lado, no tiene vida de oración y vida ascética, nos encontramos en un mundo en donde Satanás se puede mover con gran libertad para destruir nuestra familia, nuestra sociedad y todo nuestro entorno.
En la medida en que haya luz en tu vida, podrás descubrir con más claridad sus obras y estar siempre protegido y alerta.
Antífona de comunión
Cf. Sal 23, 5
Obtendrán la bendición de Dios, y Dios, su salvador, les hará justicia.
Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Oración después de la comunión
Dios nuestro, que quisiste que tu Unigénito naciera del linaje de los hombres, para que los hombres, por un admirable misterio, renacieran de ti, te rogamos que, por tu bondad, santifiques con el espíritu de adopción a quienes alimentaste con el pan de los hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, Id y Enseñad, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).
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