Tiempo Litúrgico: Ordinario. Semana XVII - Feria.
Color del día: Verde.
Memoria libre:
Antífona de entrada
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate bondadoso con tu siervo.
Oración colecta
Señor Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos la filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, para que todos los que creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Al ver la cara de Moisés,
no se atrevieron a acercarse a él
Lectura del libro del Éxodo 34, 29-35
Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en la mano, no sabía que tenía radiante la piel de la cara, de haber hablado con el Señor. Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de la cara radiante, y no se atrevieron a acercarse a él.
Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les habló.
Después se acercaron todos los israelitas, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le habla dado en el monte Sinaí.
Y, cuando terminó de hablar con ellos, se cubrió la cara con un velo.
Siempre que Moisés entraba ante el Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. Los israelitas veían la piel de su cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.
Palabra de Dios.
Reflexión sobre la Primera Lectura
Más que centrar nuestra atención en el fenómeno maravilloso con el cual Dios le hacía ver al pueblo la relación estrecha que llevaba con Moisés, centremos nuestra reflexión en lo importante de ser un "mensajero" de Dios. Moisés, llegó a establecer una relación tan cercana a Dios que, Dios mismo lo llamaba "amigo", y con él hablaba, no en sueños, sino como se le habla a un amigo.
Esto hizo de él un conducto maravilloso para comunicar al pueblo, el mensaje de salvación, que en su momento fue la Ley y los estatutos de la Alianza.
Puede ser que nosotros nunca lleguemos a tener una manifestación semejante a la que vivió Moisés, sin embargo, debemos reconocer que Dios sigue necesitando hombres y mujeres como tú y como yo para comunicar al mundo su amor y su Palabra.
Si el mundo, a pesar de escuchar miles de veces esta "palabra de Vida", no cambia, pudiera ser en gran parte porque nuestro corazón no brilla, porque nuestra palabra está vacía, porque no viene de la experiencia profunda de la amistad con Dios.
El texto nos dice que el rostro de Moisés brillaba; pues en un cristiano que tiene una amistad profunda con Dios, su rostro brilla de alegría y es capaz de transmitir la palabra de Dios con fuego y con amor. Jesús nos necesita, te necesita a ti, pero te necesita lleno de su fuego. Dedica un poco más de tiempo a tu oración personal.
Salmo responsorial
Sal 98, 5. 6. 7. 9
R. Santo eres, Señor, Dios nuestro.
- Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies: Él es santo. R.
- Moisés y Aarón con sus sacerdotes, Samuel con los que invocan su nombre, invocaban al Señor, y él respondía. R.
- Dios les hablaba desde la columna de nube; oyeron sus mandatos y la ley que les dio. R.
- Ensalzad al Señor, Dios nuestro; postraos ante su monte santo: Santo es el Señor, nuestro Dios. R.
Aclamación antes del Evangelio
Jn 15, 15b
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
A vosotros os llamo amigos – dice el Señor – porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. R.
EVANGELIO
Vende todo lo que tiene
y compra el campo
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 13, 44-46
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».
Palabra del Señor.
Reflexión sobre el Evangelio
En esta sección de su evangelio, Mateo coleccionó una serie de parábolas de Jesús en las que ilustra lo que significa el Reino. En este par de parábolas, nos deja ver que el Reino es algo tan maravilloso que, quien lo descubre, podríamos hoy decir, quien lo experimenta, tiene por "basura", como dirá san Pablo, todo lo demás.
Quien ha tenido la experiencia de Dios, quien ha experimentado que Dios le ama, se da cuenta que la vida en su amor, la vida en el Reino, es la única que vale la pena vivirse, es tal la felicidad, la paz, el gozo que experimenta viviendo en el Reino, que desprecia sufrimientos, humillaciones y hasta la vida misma, con tal de permanecer en él.
La vida vivida en Jesús, por medio del Espíritu Santo, es decir, la vida del Reino, es tan hermosa que nada se puede comparar a ella.
Si hoy el mundo continúa fascinado con los placeres, la moda y otras vanidades, es porque no ha descubierto esta perla preciosa, es porque no se ha dejado seducir por el amor de Dios, es porque no ha probado la vida que ofrece el Evangelio.
Si tú todavía no la has vivido, si todavía no la has experimentado, pídele en tu oración a Jesús el poder descubrir esa perla, ese tesoro, pues esto cambiará totalmente tu vida.
Antífona de comunión
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue, no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Oración después de la comunión
Concede, Señor, a tus fieles, a quienes alimentas y vivificas con tu palabra y el sacramento del cielo, aprovechar de tal manera tan grandes dones de tu Hijo amado, que merezcamos ser siempre partícipes de su vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración
Señor, cada día es una oportunidad para acercarme confiadamente a ti; de encerrarme en mi habitación y, desde lo más profundo de mi corazón, gozar de la abundancia de tu casa. Escuchar tu palabra, lo que esperas de mí y lo que quieres que anuncie a mis hermanos.
Acción
Hoy no me dormiré hasta haber dedicado un debido tiempo a mi oración personal, a solas, en silencio, en mi casa. Y así, cada día, para que mi vida se vaya transformando.
Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, Id y Enseñad, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).
.jpg)