Lecturas de la Misa y reflexión sobre el Evangelio - Lunes 13 de abril de 2015

Tiempo Litúrgico: Pascua
Color: Blanco

Santoral


Primera Lectura: Hechos 4,23-31
"Al terminar la oración, los llenó a todos el Espíritu Santo, y anunciaban con valentía la palabra de Dios"

En aquellos días, puestos en libertad, Pedro y Juan volvieron al grupo de los suyos y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. Al oírlo, todos juntos invocaron a Dios en voz alta: "Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen; tú inspiraste a tu siervo, nuestro padre David, para que dijera: "¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías." 

Así fue: en esta ciudad se aliaron Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu Ungido, para realizar cuanto tu poder y tu voluntad habían determinado. Ahora, Señor, mira cómo nos amenazan, y da a tus siervos valentía para anunciar tu palabra; mientras tu brazo realiza curaciones, signos y prodigios, por el nombre de tu santo siervo Jesús." 

Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos, los llenó a todos el Espíritu Santo, y anunciaban con valentía la palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 2
"Dichosos los que se refugian en ti, Señor."
  • ¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías: "Rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo".
  • El que habita en el cielo sonríe, el Señor se burla de ellos. Luego les habla con ira, los espanta con su cólera: "Yo mismo he establecido a mi rey en Sión, mi monte santo."
  • Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy. Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión, los confines de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza."

Evangelio: Juan 3,1-8
"El que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios"

Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: "Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él." Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios." 

Nicodemo le pregunta: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?" Jesús le contestó: "Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. 

No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu."

Reflexión
Nacer de nuevo

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¿Qué significa nacer de nuevo? El encuentro con Jesucristo y el don de Espíritu Santo nos ofrece posibilidades totalmente nuevas. A modo de ejemplo, en la primera lectura, se nos habla de la transformación que experimentaron los apóstoles. Pasaron de la valentía al miedo. Ciertamente confesar que Jesús era el Mesías les indisponía con muchos (aquí se habla de una conspiración en la que parecen haberse aliado todos: Herodes, Poncio Pilato, los gentiles, el pueblo de Israel). Pero mayor que todo ello es la fuerza que viene del Espíritu Santo. De ahí la valentía de los apóstoles, que son como arrastrados por el poder de la gracia.

Los impedimentos no vienen de fuera, pero pueden nacer del interior. En estos días, como hicimos en la noche de Pascua, que bueno es recordar nuestro bautismo y pensar en todo lo que Dios nos dio con él. Con el bautismo nacimos de nuevo; somos de la familia de los hijos de Dios. Con el bautismo nos hemos unido de una nueva manera a Jesucristo y tenemos la posibilidad de imitar su vida, de vivir a fondo las exigencias del evangelio. La valentía de los apóstoles nos estimula a ser radicales en la lucha contra el pecado que insiste en arraigar en nosotros.

Estos días de Pascua han de hacernos conscientes de que Jesús nos ha abierto el camino de la santidad y no hemos de temer seguirlo. Algo nuevo empezó para nosotros con el bautismo. Si hasta ahora no lo hemos vivido con plenitud, tenemos la oportunidad de volvernos de nuevo hacia el Señor y de pedir, como también hacen los apóstoles en la primera lectura. Con Cristo continuamente todo es nuevo y nuestra vida, ante Dios, experimenta cada día la novedad de su amor.

Escrito por Comentarista 9 el 13 de abril, 2015 (extracto). Posteado en Comentario a las Lecturas, sitio web Archidiócesos de Madrid.

Acción

Señor, concédeme anunciar tu palabra con valor. Que tu gracia llegue hasta los que me rodean para que todos vean que eres grande y poderoso para curar sus vidas, que sea yo un signo para los demás, pero sobre todo, que sea un santo siervo tuyo, Jesús.

Hoy les hablaré a tres personas de la generosidad de Dios en mi vida. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa - Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2015, Conferencia Episcopal de Costa Rica