Lecturas de la Misa del día y sus reflexiones – Miércoles 23 de diciembre de 2015.


Tiempo Litúrgico: Adviento
Color: Morado

Santoral



Primera Lectura: Libro de Malaquías 3, 1-4. 23-24
Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor

Así habla el Señor Dios. Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos. 

¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién permanecerá de pie cuando aparezca? Porque él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los lavanderos. Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia. 

La ofrenda de Judá y de Jerusalén será agradable al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años. Yo les voy a enviar a Elías, el profeta, antes que llegue el Día del Señor, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres, para que yo no venga a castigar el país con el exterminio total. 

Salmo Responsorial: 24, 4-5. 8-9. 10. 14
R. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación
  • Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.
  • El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R. 
  • Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. R.

Evangelio según San Lucas 1, 57-66
El nacimiento de Juan Bautista

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". 

Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. 

Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él. 

Reflexión sobre la Primera Lectura

Para que el proyecto de amor de Dios para el hombre se realice ha necesitado siempre de la mediación humana, de hombres y mujeres que con generosidad quieran ser "sus mensajeros". San Pablo, en la Carta a los Romanos, dice: "¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique?"

Nuestro mundo moderno necesita hoy como siempre de profetas, de hombres y mujeres que, seducidos por la verdad del Evangelio, lo anuncien con su palabra y lo hagan presente con su vida. Tú y yo somos esos mensajeros cuya luz debe brillar, pues es a través de ti y de mí como Dios será conocido y amado. Nuestro testimonio y el anuncio explícito del Evangelio son el camino para que el mundo se convierta y crea en Cristo.

Haz manifiesto tu amor a Jesús delante de los demás. Cuelga un cuadrito en tu oficina, pon una calcomanía en tus cuadernos, en tu automóvil, de manera que cuando alguien te pregunte, puedas dar razón de tu fe y esto lleve a que más hermanos se encuentren con Cristo, con su amor y su misericordia. Jesús cuenta contigo.

Reflexión sobre el Evangelio

El Evangelio de hoy nos presenta la gran alegría que trajo para toda la comarca el nacimiento de Juan el Bautista, el Precursor del Salvador. Si algo le está haciendo falta hoy al mundo es esta "alegría" que nace del corazón. 

Es necesario que cada uno de nosotros nos convirtamos en el instrumento de Dios para que la gente se dé cuenta de que la presencia de Cristo en el mundo es una realidad y que él es la única posibilidad que tiene para ser verdaderamente feliz. Nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra sencillez ante las cosas y el mundo, son la mejor invitación para que el mundo crea. 

Zacarías, no podía hablar, así que tomó lo que tenía a la mano y así el plan de Dios continuó adelante; y nos dice que en ese momento todos se "maravillaron". Que estos últimos días antes de nuestra fiesta de Navidad, hagamos lo posible para que la gente se sienta invitada a vivir la Navidad con un espíritu diferente, con paz y con amor. Tú puedes ser el instrumento para que Dios llegue a los corazones.

Oración

Señor Jesús, es necesario que tu nombre sea conocido; hoy el mundo sufre de injusticia, de violencia, de falta de amor; si tan sólo te conocieran, pero, ¿cómo te van a conocer si yo no les he hablado de ti?

Acción

Hoy, con mis obras, daré testimonio de ser un verdadero cristiano, y si me preguntan, les diré que "es Cristo quien vive en mí".

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. 
Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

Pbro. Ernesto María Caro

Adaptado de:
Evangelización Activa, Evangelio del Día, Archidiócesis de Madrid
Verificado en:
Ordo Temporis 2016, Conferencia Episcopal de Costa Rica