El cristianismo crece en África pese a poco apoyo estatal y persecución, revela estudio

Ordenación de 25 diáconos de seis países africanos en la
parroquia de San Juan Evangelista, Karen, de la Arquidiócesis
de Nairobi, Kenia. Crédito: ACI África.

13 de mayo de 2021 - 9:13 PM
POR CYNTHIA PÉREZ | ACI Prensa

Los académicos Nilay Saiya y Stuti Manchada publicaron en la revista Sociology of Religion de Oxford Academic, en mayo, un estudio que revela que los países africanos registran el mayor aumento del cristianismo de todo el mundo, pese a la creciente persecución religiosa y la falta de apoyo gubernamental a la Iglesia que caracteriza al continente.

El estudio titulado “Paradoxes of Pluralism, Privilege, and Persecution: Explaining Christian Growth and Decline Worldwide” (Paradojas del pluralismo, el privilegio y la persecución: explicando el crecimiento y el declive cristiano en todo el mundo) analizó en 166 países la correlación entre el crecimiento del cristianismo y el apoyo de los gobiernos a las Iglesias cristianas.

La investigación realizada entre 2010 y 2020, concluyó que los 10 primeros países con mayor aumento del cristianismo son de África: Tanzania, Malawi, Zambia, Uganda, Ruanda, Madagascar, Liberia, Kenia, República Democrática del Congo y Angola.

Saiya y Manchada precisaron que de los 10 países, solo tres: Kenia, Tanzania y Zambia, ofrecen algún tipo de apoyo estatal a los cristianos, y el resto es bajo o nulo. Cabe destacar que ningún país africano figura en la lista de países donde más se ha registrado el declive del cristianismo.

De forma paradójica, los países que tienen un fuerte apoyo al cristianismo por parte del Estado presentaron un declive más rápido de la población cristiana. Entre ellos están República Checa, Bulgaria, Letonia, Estonia, Albania, Moldavia y Serbia. Otros países donde el cristianismo está en declive son Alemania, Lituania y Hungría.

El estudio argumenta que los cristianos que viven su fe en entornos difíciles de persecución o donde hay un mayor pluralismo, se ven obligados a competir con otras religiones para sobrevivir.

“En estos entornos [duros], los cristianos no pueden darse el lujo de volverse complacientes”, indicaron. “Por un lado, el pluralismo significa que el cristianismo debe competir activamente con otras tradiciones religiosas para ganar y mantener seguidores. Por otro lado, la persecución puede, paradójicamente, a veces fortalecer el cristianismo al profundizar los lazos de fe y reforzar la solidaridad entre los cristianos”, agregó.

Asimismo, hallaron que la variable más determinante para la vitalidad cristiana es el grado en que los gobiernos brindan apoyo oficial al cristianismo, a través de sus leyes y políticas.

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