El Niño Jesús durmiendo seguro y tranquilo en el hombro de San José | Crédito: Sidney de Almeida - Shutterstock
29 de febrero de 2024
Por Abel Camasca | ACI Prensa
Marzo es considerado como el mes de San José, debido a que el día 19 de este mes la Iglesia Católica celebra su Solemnidad. Por ello te compartimos una oración a este gran patriarca escrita por San Francisco de Sales, para pedirle que nos ayude a resolver nuestros problemas y necesidades.
San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia, fue un gran propagador de la devoción a San José. De acuerdo al libro Un año con San Francisco de Sales, que recoge partes de sus escritos, este santo expresó su admiración por el padre adoptivo de Jesús, indicando que siempre fue “el mismo” a pesar de las dificultades.
“Siempre dulce, tranquilo y perseverante en su sumisión al beneplácito de Dios, al cual se ajusta plenamente su conducta; porque, como era justo, tenía su voluntad siempre ajustada, unida y conforme a la de Dios”, destaca el texto.
Más adelante San Francisco de Sales indica que San José era conocido como un pobre carpintero, quien muy probablemente no podía cubrir todas las necesidades con su trabajo, pero “se desvivía con afecto sin igual por el mantenimiento de su pequeña familia”.
En este sentido, el Doctor de la Iglesia resalta que el esposo de María “se sometía humildemente a la voluntad de Dios y continuaba en su pobreza, sin dejarse nunca vencer ni abatir por el desánimo interior”.
Por otro lado, San Francisco de Sales compuso una plegaria al padre adoptivo del Señor, la cual está recogida en un librito de Oraciones a San José y que está disponible en el sitio web de la Diócesis de Roma, la Diócesis del Papa.
En esta oración, el santo obispo pide a San José su protección para que nos ayude a solucionar nuestras preocupaciones y necesidades, buscando siempre la gloria de Dios y nuestro propio bien. A continuación, la plegaria;
Glorioso San José, esposo de María, extiéndenos también tu protección paternal, tú que eres capaz de hacer posible lo más imposible. Mira nuestras necesidades presentes, vuelve tus ojos paternales sobre lo que apremia a tus hijos. Ayúdanos y toma bajo tu protección amorosa los asuntos tan importantes que te confiamos, para que su resultado favorable sea para la Gloria de Dios y para el bien de nosotros que te seguimos con afecto.