Segunda audiencia del Papa Francisco en el Jubileo de la Esperanza 2025 | Crédito: Anhelina Martsisheuskaya / EWTN News
1 de febrero de 2025
Por Diego López Colín | ACI Prensa
El Papa Francisco presidió este sábado la segunda audiencia jubilar en el Aula Pablo VI, donde instó a los fieles a vivir una verdadera conversión en el marco del Jubileo de la Esperanza 2025, con la mirada puesta en nuevas metas e inspirados en Santa María Magdalena.
De acuerdo a Vatican News, estos encuentros se desarrollarán “cada 15 días y se incorporarán a las Audiencias Generales de los miércoles”.
Durante su reflexión, el Santo Padre explicó que “la palabra ‘conversión’ indica un cambio de dirección. Finalmente, todo se puede ver desde otra perspectiva y así también nuestros pasos se encaminan hacia nuevas metas. Así surge la esperanza que jamás desilusiona”.
Discurso del Papa Francisco en la Audiencia Jubilar | 1 de febrero 2025. Crédito: ACI Prensa
María Magdalena, modelo de transformación
Como ejemplo, el Pontífice destacó la figura de María Magdalena, a quien llamó “apóstola de los apóstoles” y recordó cómo “Jesús la curó con la misericordia y ella cambió”.
“La misericordia cambia el corazón y, a María Magdalena, la misericordia la recondujo a los sueños de Dios y dio nuevas metas a su camino”, agregó el Santo Padre.
María Magdalena siguió de cerca las enseñanzas de Jesús, quien la eligió como la primera persona en buscarlo en el sepulcro y ser testigo de su Resurrección, incluso antes que los apóstoles.
El Santo Padre señaló que, al igual que María Magdalena, quien creyó que Jesús seguía muerto y lo buscó en el sepulcro, “el camino es una constante invitación a cambiar de perspectiva. El Resucitado nos lleva a su mundo, paso a paso, con la condición que no pretendamos ya saber todo”.
HIGHLIGHT | Audiencia jubilar de febrero con el Papa Francisco en el Vaticano. Crédito: ACI Prensa
Llamados a vencer el egoísmo
En su catequesis, el Papa advirtió sobre el peligro del egoísmo, asegurando que “nos impide reconocer a Jesús Resucitado”. En este sentido, recordó que la invitación de María Magdalena es a “voltearnos hacia la vida. Allí nos espera nuestro Maestro”.
Finalmente, Francisco concluyó su mensaje recordando que cada persona tiene un lugar en la vida. Por ello, animó a dejar de lado el egoísmo y a reflexionar: «¿cuál es mi lugar?, ¿cuál es la misión que el Señor nos da? Que este pensamiento nos ayude a asumir una actitud valiente en la vida”.
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