Tiempo Litúrgico: Cuaresma. Semana I.
Color del día: Morado.
Memoria libre: San Sofronio de Jerusalén, monje.
Antífona de entrada
Sal 89, 1-2
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y por siempre tú eres Dios.
Oración colecta
Señor, mira a tu familia y haz que nuestro espíritu brille junto a ti con el deseo de poseerte, al mortificarnos mediante la penitencia corporal. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Mi palabra cumplirá mi deseo.
Lectura del libro de Isaías 55, 10-11
Esto dice el Señor:
«Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mi vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo».
Palabra de Dios.
Reflexión sobre la Primera Lectura
La liturgia de la palabra nos urge a valorar el poder salvífico y reconciliador de la Palabra de Dios. Es triste constatar el poco valor que muchos de nuestros hermanos dan a la Sagrada Escritura; es raro ver Biblias en nuestras reuniones, incluso de evangelización.
A pesar de que la Sagrada Escritura es, como dice el salmista: "luz para nuestros pasos", muchos, jamás la han leído. Es común encontrar Biblias de "Primera Comunión" y de "Matrimonio" en perfecto estado, intactas; Biblias que fueron recibidas sólo como un formalismo pero que no han sido abiertas jamás. Hoy, el profeta Isaías nos dice cómo la palabra de Dios fecundará nuestra vida. Para ello es necesario que empape nuestro corazón.
La Cuaresma es un tiempo ideal para iniciar nuestro trato con la Sagrada Escritura, para iniciar la lectura de nuestra Biblia. Te sugiero iniciar con el evangelio de san Lucas y al terminar, leer el libro de los Hechos de los Apóstoles. Recuerda que decía san Jerónimo: "Desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo".
Salmo responsorial
Sal 33, 4-5. 6-7. 16-17. 18-19
R. Dios libra a los justos de sus angustias.
- Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R.
- Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvo de sus angustias. R.
- Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. R.
- Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. R.
Aclamación antes del Evangelio
Mt 4, 4b
R. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor.
No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. R.
EVANGELIO
Vosotros orad así.
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 6, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así:
«Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal».
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».
Palabra del Señor.
Reflexión sobre el Evangelio
Quisiera hoy centrar nuestra reflexión sobre el perdón. Ante todo, debemos entender que el perdón no es un sentimiento, sino un acto de la voluntad. Cuando una persona nos ofende, se crea en nosotros un "sentimiento" (generalmente de resentimiento, pudiendo incluso llegar al odio) del cual, de manera ordinaria, no podemos tener control, pues responde a una acción que toca un área "espiritual" (lo mismo podemos decir del amor, la envidia y otros).
Este sentimiento se incrementará con la repetición de acciones semejantes a las que lo crearon y/o reaccionando de acuerdo con el "impulso" natural de este sentimiento (en este caso, sería la agresión); en cambio, disminuirá, pudiendo llegar a desaparecer, con una respuesta contraria a la que el sentimiento genera.
Perdonar es la decisión que el hombre toma de no reaccionar conforme al sentimiento, sino por el contrario, buscar la acción que pueda ayudar a que éste desaparezca, como puede ser una sonrisa, el servicio, la cortesía.
Por ello, el perdón exige renuncia, renuncia a nosotros mismos, a nuestro afán de venganza, a actuar conforme a nuestra pasión. En pocas palabras, perdonar es devolver bien a cambio de mal. Sólo si nosotros perdonamos, tendremos también el perdón de Dios, y más aún: experimentaremos la verdadera alegría de amar. No es fácil, pero todo es posible con la gracia de Dios.
Antífona de comunión
Sal 4, 2
Escúchame cuando te invoco, Dios de mi justicia; tú que en aprieto me diste anchura ten piedad de mí y escucha mi oración.
Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
Oración después de la comunión
Señor, que este sacramento nos ayude a estimar los bienes del cielo a la vez que calmamos la tendencia a los de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración
Señor, gracias por manifestarte a través de tu palabra, me comprometo contigo a escucharte todos los días en ella y sólo te pido que me llenes de tu Espíritu que la inspiró y que sé muy bien que es quien puede grabarla en mi interior y apasionarme por su cumplimiento.
Acción
Hoy leeré el salmo 119 y meditaré en la importancia de la palabra de Dios en mi vida.
Fuentes:
Archidiócesis de Madrid, Evangelización Activa, La Misa de Cada Día (CECOR), ACI Prensa.
Verificado:
Ordo Temporis, Ciclo C, 2024-2025, Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR).