Mons. Gabriele Caccia. | Crédito: Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en ACI Prensa
22 y 23 octubre 2025
Giada Aquilino - Ciudad del Vaticano | Vatican News
➤ El Arzobispo Caccia, en la 80º sesión de la Asamblea General de la ONU, expresó su preocupación por los riesgos que representan las instalaciones nucleares en zonas de conflicto. Las hostilidades en curso en torno a la central nuclear de Zaporizhia, en Ucrania, son un claro recordatorio de los graves peligros que surgen cuando la infraestructura nuclear civil se ve involucrada en una guerra.
➤ En su discurso ante las Naciones Unidas, el Arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, advirtió contra el uso de inteligencia artificial en los sistemas de comando, control y despliegue nuclear, ya que "introduce un nivel de incertidumbre sin precedentes". Instó a la comunidad internacional a comprometerse con una visión de seguridad centrada en el ser humano.
Alarma por las instalaciones nucleares en zonas de guerra
La paz y la seguridad "nunca" pueden construirse bajo la amenaza de la destrucción masiva: se basan, en cambio, en el desarme, la transparencia, la cooperación internacional y el respeto a la dignidad inalienable de cada persona.
Esto es lo que el Arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, enfatizó ayer en Nueva York, en la 80º sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre los efectos de la radiación atómica.
Advertencia de Zaporizhia
La Santa Sede, enfatizó el Nuncio Apostólico, "está particularmente preocupada" por los riesgos que representan las instalaciones nucleares en zonas de conflicto. Las hostilidades en curso en torno a la central nuclear de Zaporizhia —un complejo en el sureste de Ucrania ocupado por tropas rusas— son, añadió, "un duro recordatorio de los graves peligros" que surgen cuando la infraestructura nuclear civil se ve involucrada en una guerra.
El Organismo Internacional de Energía Atómica, señaló el Prelado, ha advertido reiteradamente de las consecuencias "catastróficas" de una fuga radiactiva de la central, la mayor de su tipo en Europa, "que tendría repercusiones no solo en la población ucraniana, sino también en los países vecinos y el medio ambiente mundial".
Por lo tanto, Caccia enfatizó que se deben adoptar "medidas preventivas urgentes" para garantizar la seguridad de los civiles y proteger la creación.
Instrumentos jurídicos internacionales
La Santa Sede emitió una nueva exhortación a los Estados para que "fortalezcan los instrumentos jurídicos internacionales destinados a reducir el riesgo de accidentes nucleares y la exposición a la radiación".
En particular, se instó a los países poseedores de armas nucleares a ratificar e implementar plenamente el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) y el Tratado sobre la Prohibición Completa de las Armas Nucleares (TPCE).
Uso responsable de las tecnologías médicas
Al mismo tiempo, la delegación de la Santa Sede, teniendo en cuenta las conclusiones del informe de 2024 del Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR) sobre la exposición médica a fuentes artificiales de radiación ionizante, enfatizó la importancia de garantizar que las tecnologías médicas, fundamentales para el diagnóstico y el tratamiento, se utilicen de forma responsable y con el máximo cuidado para minimizar los riesgos.
Abolir las armas nucleares es un imperativo moral urgente
Armas nucleares
Las armas nucleares y la expansión de sus arsenales son "una de las mayores amenazas para la paz y la seguridad internacionales". Así lo afirmó el Arzobispo Gabriele Caccia, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede, en su discurso de ayer, 21 de octubre, ante la primera comisión del 80.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, dedicada a las armas nucleares.
Al recordar el 80º aniversario de la primera prueba nuclear en Nuevo México y la devastación causada por los ataques a Hiroshima y Nagasaki, y reflexionar sobre las dramáticas consecuencias de estos dos acontecimientos, el Arzobispo los define como una advertencia "del potencial catastrófico de estas armas" y un recordatorio de la responsabilidad compartida para garantizar que tales tragedias no se repitan.
La paz no se construye con amenazas
"La paz – declaró el Arzobispo Caccia – no puede construirse sobre la amenaza de la destrucción total ni sobre la ilusión de que la estabilidad puede derivar de la posibilidad de aniquilación mutua, porque es moralmente indefendible y estratégicamente insostenible".
El Arzobispo denuncia la creciente amenaza del uso de armas nucleares y la expansión de sus arsenales. "Estos acontecimientos, a menudo justificados por la errónea lógica de la disuasión", continuó el Prelado, "corren el riesgo de reforzar el miedo y desestabilizar aún más la seguridad internacional".
Atención con el uso de la IA
En este contexto, el uso de la Inteligencia Artificial en los sistemas de comando, control y despliegue nuclear es preocupante: estas innovaciones "reducen los tiempos de toma de decisiones, reducen la supervisión humana y aumentan el riesgo de errores de cálculo". Además, generan "un nivel de incertidumbre sin precedentes".
Las armas nucleares pueden eliminarse
"La Santa Sede", añadió el arzobispo Caccia, "reitera su firme convicción de que los esfuerzos para controlar, limitar, reducir y, en última instancia, eliminar las armas nucleares no son una perspectiva irreal, sino una posibilidad y un imperativo moral urgente".
De ahí el llamamiento a los Estados para que respeten sus obligaciones en virtud del Artículo VI del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) y negocien la eliminación de sus arsenales.
Además, la Santa Sede insta a los Estados a adherirse al TNP y al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) y a promover medidas como la entrada en vigor del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), la negociación de un tratado sobre materiales fisibles y el fortalecimiento de mecanismos sólidos de verificación y asistencia.
Proteger siempre la vida
Al denunciar el uso de recursos para armamentos mientras tantos siguen sufriendo, el Observador Permanente de la Santa Sede habla de "una profunda derrota moral", ya que "la verdadera seguridad reside en la protección de la vida, la promoción de la justicia y el avance de la paz, no en las armas ni los arsenales".
La invitación a la comunidad internacional es a comprometerse con "una visión de seguridad centrada en el ser humano, fundada en el diálogo, la fraternidad y el respeto a la dignidad intrínseca de cada persona, dada por Dios".
Fuentes:
